Tom me mostró un lado que nunca había visto en él. Un lado amable y algo empatico.
Al día siguiente cuando desperté, él aún seguía dormido y lo observé por unos segundos.— ¿Qué me ves, perra? - habló aún con los ojos cerrados. Su voz era ronca y fuerte.
— Lo asqueroso que te ves por las mañanas -respondí.
Sonrió, esa maldita sonrisa...
Él sentiría cariño por mi...tal vez Tom sentía la necesidad de cuidarme como lo haces con una mascota, o eso es lo que pasaba por mi mente por la forma en que me veía.
Cuando llegamos al gran salón hice un gran y horrible contacto visual con Cedric, él se levantó y comenzó a caminar a mi dirección, se veía nervioso.
Y lo siguiente que pasó fue solo en microsegundos, tanto que no pude pensar con claridad. Tom tomó mi rostro con ambas manos y me besó, cuando él se despegó de mi rostro la mayoría estaba viéndonos y Cedric...Cedric estaba en modo tieso.Y aún así se me acercó.
— ¿Podemos hablar?...a solas - pasó su mirada a Tom viéndolo con enojo.— N... - Tom me interrumpió.
— ¿Sabes cuál es tu problema, Diggory? Que ella es mejor que tú y lo sabes, eso no te gusta. Ella te opaca y no le ayuda a tu reputación con novias sumisas.
Pareciera que todos se callaron para escuchar nuestra plática, pues al terminar de hablar Tom; se escuchó un silencio tormentoso.
No sabía que hacer, estaba procesando absolutamente todo y Cedric sonrió, una sonrisa de enojo y se largó.Me senté con Ginny y Hermione.
— Nos vemos en la noche -susurró Tom en mi oído y se fue.
Hermione me miró, esa clásica mirada de Hermione en la que te pide una explicación.
— ¿Qué fue eso? -encarnó la ceja.— Si...pues ayer Cedric se enojó porque golpeé a Crabbe y Goyle, y lo dejé.
— Es un idiota -habló Ginny.
Hermione sonrió un poco.
— Cedric no es el único enojado por lo que hizo Riddle, mira atrás.Draco me miraba como si quisiera matarme.
— Y no es el único -dijo Ginny — creo que le gustas a mi hermano...o te quiere matar.
Pensé que hablaba de George o Fred, pero era Bill. Me estaba viendo igual que Draco.
Ron y Harry llegaron a la mesa súper normales hasta que me vieron.
Fue la primera vez que tuvieron una conversación conmigo y aunque me daba curiosidad el chico con la marca en la frente, no me había atrevido a hablarle.
Ron se ponía muy rojo cada que me veía y Harry estaba en su mundo, pero me veía de reojo.— Tú...tú eres la que.... -dijo Ron.
— No te voy a hacer nada, Ron. Confía en mi - hablé con tanta tranquilidad que me sorprendí de mi misma.
Hablamos todos un rato y entramos en un círculo de confianza, todo iba bien. Me había olvidado de Cedric y todos los clichés adolescentes, me sentí feliz.
— Me gusta eso que tienes en la oreja -inquirió Harry, señalando mi perforación.
— Gracias -sonreí.
La magia se acabó cuando recordé que tenía que ir a clase pociones con Snape.
Podría decir que los pasillos del castillo eran míos, pues en mis tiempos libres me gustaba estar ahí y ver todo, estaba muy pacífica...Hasta que volvió el olor a idiota.
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Tribrida en Hogwarts ©
FantasiLa chica tribrida llega a Hogwarts a poner el mundo de todos de cabeza. ***Este libro estará demasiado editado y cambiado a la original, basándome en la vivencia pero agregándole cosas que puedan llegar a interesar más y bueno convirtiéndose en algo...