Advertencia: es un capitulo largo :vE L I Z A.
— Dímelo.
— ¿Decirte qué?
— Dime una sola razón coherente por la que no debería dejarte castigada hasta el fin de tus días. — dije entredientes.
Un fuerte trueno irrumpió desde el cielo. Se había desatado una gran y fuerte tormenta. Extraño, más por el hecho que hace tan solo hace dos horas el sol brillaba y el cielo estaba más azul que nunca. Pero en estos momentos, el calentamiento global y el cambio de clima habían pasado a segundo plano para mí.
— Te morirás antes de que yo llegue al final de mis días. — soltó la princesita del infierno desde el asiento trasero.
Pisé el freno con violencia cuando finalmente llegamos a casa.
— ¡Respóndeme! — le exigí.
— Ella se lo buscó. — se limitó a decir antes de abrir la puerta y dirigirse a zancadas hacia la casa, ignorando por completo el diluvio que estaba cayendo sobre su cabeza.
Más que furiosa me saque de un tirón el cinturón de seguridad y la seguí de cerca.
— ¡Oh, por favor! ¡¿Qué clase de maestra busca que su alumna le incendie el cabello?! — chillé entrando detrás de ella y cerrando la puerta de un golpe.
Lita se dio la vuelta y me enfrentó. Su cabello rubio ahora se había vuelto más oscuro y liso por la humedad de la lluvia, y su pomposo vestido rosa se había aplanado también. Todo esto ayudaba a darle más énfasis a su rostro furioso.
— ¡Una igual de demente que ella! — me gritó.
Golpeé las palmas de mis manos con mis muslos por frustración y la miré de hito en hito.
— Y qué importa que tan chiflada sea tu maestra. ¡La mía me robó mi lapicera favorita con brillitos en tercer grado y aún así no la deje calva! — señalé.
— Eso es porque eras muy poco ingeniosa. — bufó.
Restregué mis sienes con cansancio.
— Lita, casi te expulsan. Si no fuera por qué la directora es la madre de Tobías, ahora mismo no tendrías escuela a la cual asistir.
Ella frunció el entrecejo mientras sus ojos azules se dirigían en múltiples direcciones, estaba completamente fuera de sí.
— ¡Y a mi que me importa! ¡Yo no pedí nada de esto! ¡No pedí convivir con humanos, no pedí vivir en una casa absurdamente pequeña ni tampoco una inútil humana como niñe...!
— ¡Lita Apocalipsis Tridente, fue suficiente! — el grito de Lío nos sobresaltó a ambas.
Estaba tan enfrascada en Lita, que ni siquiera me había percatado que Lío había estado apoyado en la pared de la entrada, totalmente atento a nuestra discusión.
Lita miró sorprendida a su hermano mayor por un momento. Su precioso rostro se drenó de color desapareciendo así cualquier rastro de enojo.
— Pero, Lío... — balbuceó.
— Anoche no te dije nada por qué creí que hoy te disculparias con Eliza, pero continúas actuando de manera muy inmadura e injusta. — Lío se acercó a su hermana y la miró con una severidad absoluta e intimidante. — Hace tres años no lo quise ver, pero evidentemente papá estaba en lo correcto: aún nos falta demasiado por aprender. En especial a ti.
ESTÁS LEYENDO
Lo que nos pasó por tontos (Borrador)
Humor¿Él? «Un demonio gruñón y caprichoso.» ¿Yo? «Una humana despistada y sin un ápice de suerte. » ¿Ambos? «Unos tontos unidos por un hechizo que me convierte en la única que puede controlarlo.» 🔥🔥🔥 Mi nombre es Eliza...