Izuku, atormentado por el maltrato de Katsuki y su propia sensación de insuficiencia, se encuentra atrapado en un ciclo de autodesprecio y culpa. Al no recibir la ayuda que necesita, comienza a perder la fe en sí mismo y en su sueño de convertirse en héroe. La culpa por no haber podido defenderse a sí mismo o proteger a otros lo consume, y finalmente, su mente fracturada lo lleva a unirse a un grupo de villanos que prometen ofrecerle el poder que nunca tuvo. La historia explora cómo Izuku se convierte en un villano, motivado por el dolor y la desesperanza.