Salir de la cama es un reto diario. Comer es difícil. Dormir es difícil. A veces hablar es difícil.
Sin duda alguna esos días fueron difíciles, pero las sonrisas de aquel chico de pelo rizado a su lado aligeraban la pesada carga sobre sus hombros...
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Capítulo 4 No tentó intención de hacer amigos.
Nunca he sido bueno haciendo amigos. Eso no es en absoluto un secreto. Todo el mundo lo sabia ya. Aparte de que nadie se me acercaba realmente. Les parecía raro así que nadie se me acercó por voluntad propia.
Siempre fui el típico niño nerd que se sentaba hasta atrás por no tener amigos. Era un chici inteligente así que eso me catalogada como matadito. No llegué al extremo de comer en los baños durante el almuerzo como lo muestran las películas adolescentes americanas. Que en mi opinión solo hacen ver a los adolescentes como una bola de inútiles mimados con falta de vida propia, o como chicos que solo querían sexo y que no controlaban sus malditos instintos. Y a las chicas como perras básicas o malas que viven de lo que la gente dice. O no come para verse estúpidamente delgadas. Básicamente como en chicas pesadas. La chica popular era guapa, rubia, y los demás caían a sus pies como las moscas a la miel.
Solo iba a un árbol que estaba en medio del patio y comía mientras veía como los demás niños jugaban a la pelota. O como peleaban. O solo leía y me olvidaba del resto.
Ni siquiera me atreví a acercarme a las chicas. Soy bisexual, solo que tengo mucha más preferencia hacia los chicos. No es que las chicas no sean atractivas, o interesantes, o que no sean bonitas. Solo que la primera vez en mi vida que intente tener novia salió tan mal que renuncie a ellas desde hace tiempo.
Que raro. No tenía amigos pero tenía novia. De igual manera eso no duró más de un mes. La conocí de la manera mas ordinaria posible. No éramos compatibles. Ella era muy ella. Extrovertida, alegre, ruidosa, escandalosa. Todo lo contrario a mi.
Ella adoraba salir. Yo prefería ver películas en casa. Ella detestaba comer cosas dulces, en especial el chocolate. Yo no podía vivir sin ellas, los dulces recargaban energía, así que para una persona que duerme poco desde siempre lo dulce era lo mas practico, en especial el chocolate. Ella odiaba leer. Yo vivía leyendo. Ella decía que era ver películas animadas era de bebes. Yo era un bebé que amaba ver películas Disney y cantar todas las canciones. Éramos diferentes. Tenía demasiadas expectativas en mi. Y yo tenía poca paciencia.
Sin embargo, por alguna razón la cual prefería ignorar, y a pesar de mi pésima experiencia lidiando con personas, quería que este chico de la pierna rota se volviera mi amigo. Quizá solo no quería hablar con la pared por un mes.
Aunque nunca podría saberlo. Tal vez era un chico molesto y desagradable que no paraba de hablar.
Tal vez era uno de esos raros que se te quedaba viendo mientras comías.
O un estúpido descerebrado que solo hablaba de sexo y muchachas.
Tal vez era un chico tímido y sensible. O quizá sea un chico que ame hablar de cosas que le gustan... Ese tipo de personas me agradan. Más porque me gusta escuchar de nuevas cosas.
