Salir de la cama es un reto diario. Comer es difícil. Dormir es difícil. A veces hablar es difícil.
Sin duda alguna esos días fueron difíciles, pero las sonrisas de aquel chico de pelo rizado a su lado aligeraban la pesada carga sobre sus hombros...
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Capitulo 17. Navidad más 3.
Si, hay muchas cosas que me gustan, como tomar café, leer, mi mejor amigo, pasar tiempo con Eri, ver malas películas, mi mejor amigo, estar tiempo con mi papá ¿ya mencioné que me gusta mi mejor amigo?
Se oye demasiado irreal no importa cuántas veces lo repita en mi cabeza. Simplemente no importaba, aquel sentimiento de culpa y felicidad me invadía por partes iguales mientras decoraba el árbol navideño.
Papá y yo pocas veces pusimos árboles de Navidad, no era nuestro estilo, pero Eri y Hizashi estaban este año. Y Eri adoraba ver los adornos navideños y pedirme que la cargará para llegar más alto y colocarlos cerca de la estrella navideña.
Mi padre había preparado chocolate caliente y su novio bajaba los adornos navideños restantes de su auto con su traje de enfermero aún puesto. Parecía que solía cargar cosas pesadas porque no titubeó ni un segundo al cargar esas grandes cajas con adornos y más adornos para la casa.
También vendría Izuku a casa. Dijo que llegaría para decorar el árbol aunque creo que eso no será posible, ya que Eri empezó a decorarlo temprano. La idea era que se quedara dos días en mi casa. Papá sabía que estaba planeando quedarse en su casa ya que su tío fue de viaje y dijo que no quería que se quedara solo en navidad, así que por eso estaba programado que viniera.
Era 23 de diciembre. El llegaba hoy y se iba el 25 en la noche después de que Eri se durmiera.
—¡Llegué! ¡Ya llegué!
Voltee a ver la entrada y ahí estaba Midoriya. Con el pelo alborotado, su mochila y tierra en la cara. Estaba intentado quitarse los zapatos y cuando lo logró se acercó hasta donde estaba.
—¿No se supone que tenias vacaciones?
Pregunte ya sabiendo que acababa de regresar de su trabajo. Por estas fechas la gente adoraba regalar flores o cosas por el estilo, así que mi mejor amigo tenía bastante trabajo ya que a todas las parejas e hijos se les ocurría ser buenas personas.
—Si, pero llegó un pedido grande así que tenía que ayudar a Kendo con los arreglos, Monoma estaba ahí pero no quería irme sin hacer nada. A parte sabes que soy genial haciendo arreglos de flores.
—Izuku son las 7, debías llegar a las 4.
Dije después de revisar mi reloj y cruzar los brazos.
—¡Lo se! Solo se me hizo un poquito tarde.
—3 horas no es tarde.
Parcia un maldito novio celoso. No era su novio. No tenía derecho a reclamarle absolutamente nada. Y aunque lo fuera no tenía el derecho.
—Lo se, te ayudaré a envolver los regalos luego para compensarlo ¿si?
Asentí con la cabeza y fui por Eri para que saludar a a Izuku, también tomé sus cosas para llevarlas a mi habitación y dejarlas ahí.
