Salir de la cama es un reto diario. Comer es difícil. Dormir es difícil. A veces hablar es difícil.
Sin duda alguna esos días fueron difíciles, pero las sonrisas de aquel chico de pelo rizado a su lado aligeraban la pesada carga sobre sus hombros...
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Capitulo 22 Deseo
Tengo novio. Un lindo amable y atento novio que me ama y me aprecia. Un novio que mucho antes de ser mi novio me presento a toda su familia y un novio que confiaba en mi. El y yo llevamos un mes saliendo. Y no quería sonar como un desesperado o algo así. Realmente nunca me plantee el tener sexo con alguien. No hasta que Hitoshi empezó a gustarme.
Imaginar sus grandes manos sobre mi piel. Acariciándola y recorriendo cada centímetro de ella. Mis piernas enredadas en su cadera. Enredar mis dedos en su cabello. El diciéndome cosas lindas, porque se que lo haría.
El chico que tenía por novio había empezado a hacer ejercicio unos meses antes de que fuésemos pareja. Y su cuerpo se había vuelto tan perfecto, aunque de igual forma ya lo era. Se que no debería imaginarlo, pero ciertamente es inevitable. Soy alguien que no suele caer en tentaciones pero esta vez no me molestaría caer profundamente por esta.
Porque hay que admitirlo, mi chico es extremadamente sexy, con todo y su cara indiferente. Porque tengo privilegios, yo puedo ver su sonrisa, yo podía oír su risa, yo podía ver como era en realidad.
Nuestra relación no cambió demasiado de cuando éramos solo amigos. Aunque ahora había besos de por medio, nos tomábamos de las manos, podíamos presentarnos como la pareja del otro, iba a visitarlo casi siempre a su trabajo y usábamos apodos tiernos de vez en cuando. Era eso, éramos amigos que parecían pareja y ahora éramos una de verdad. No sólo parecíamos una, éramos una.
Ese día estábamos en mi casa. Había pasado una semana desde que me quede en su casa, así que ahora estábamos en la mía. El señor Shota y Hizashi tenían una cita y Eri quedó a cargo de la abuela Yamada, y de nuevo, Shinsou no quería estar solo, así que yo sabiendo eso lo invite a quedarse conmigo a dormir. Específicamente estábamos viendo una película de anime. El problema es que yo había hablado con mis amigos sobre el tema, o sea de la idea de tener sexo con Shinsou. Todos llegaron a la misma conclusión. "Si lo quieres pídelo". Y razón no les faltaba.
Si quería algo debía pedirlo, el problema es que la vergüenza me superaba. No quería que pareciese que rogaba por sexo, ni que estaba desesperado, debía mantener la compostura. Estaba tan distraído que al parecer mi novio lo noto y puso pausa a la película que corría en la computadora.
—¿Amor estas bien? —Toco mi muslo para hacerme reaccionar, cosa que funcionó y a la vez me puso más nervioso.—¡Si! ¡Si! ¿Por qué estaría mal? No es como si estuviese pensado en algo importante y estuviese pensado como pedirlo sin oírme ridículo y... —Mi novio empezó a reír interrumpiendo por completo lo que intentaba decir. Me encantaba verlo reír, enserio que si, pero ahora no era el mejor momento. —¿Qué es lo que quieres? Puedes pedirlo sin pena.
—¿Estas seguro?
—Claro.
—Sexo. —Solté sin más, sin inmutarme y con la mirada fija en mis nerviosas manos que se aferraba con fuerza a mis cortos shorts de pijama. Estaba seguro que si seguía de ese modo mi pobre pantaloncillo terminaría mas estirado que nada. —¿Estas seguro?
