Salir de la cama es un reto diario. Comer es difícil. Dormir es difícil. A veces hablar es difícil.
Sin duda alguna esos días fueron difíciles, pero las sonrisas de aquel chico de pelo rizado a su lado aligeraban la pesada carga sobre sus hombros...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 10 Aizawa Shota
Nuevas oportunidades
Amor
¿Qué se supone que eso significa? ¿Es pasar el tiempo con alguien? ¿Es sentir mariposas en el estómago? ¿Es suspirar al recordar a esa persona? ¿Es querer abrazar a esa persona todo el tiempo? ¿Es querer brindarle calidez y apoyo a alguien especial? ¿Es lo que sueles sentir por tu familia?¿ O será la necesidad de querer proteger algo o alguien que aprecias?
No lo sé con certeza. He amado a pocas personas en mi vida. Entre ellas claro esta mi hijo. Es alguien a quien procuro cuidar y dar todo lo que pueda de manera afectiva. Desde que llego conmigo me parece importante el hecho de decirle que es importante y decirle cuanto me importa cada que puedo. Sus "padres" nunca llegaron a decírselo. Solo le recordaban lo desdichados que eran por "su culpa".
Yo siempre quise tener hijos. Cuando descubrí que era gay supe que no los tendría. Pero un día me dieron el permiso de adoptar. Yo estaba muriendo de felicidad. Por fin sería padre. Por fin cumpliría mi sueño. Y es que a pesar de ser algo frio y cortante los niños me gustan, es un instinto algo tonto de querer proteger a alguien y verle crecer y que sea feliz.
Un día, un 4 de agosto de 2008 específicamente, llegué a ese orfanato para "elegir" a la personita que viviría conmigo ,y lo vi.
Todos los niños intentaban captar mi atención, todos eran muy ruidosos. Yo se que los niños son ruidosos, ahí fue cuando lo vi. Shinsou era callado. Solo leía y se quedaba sentado. Entonces supe que él sería. Otra alma solitaria. Otra persona que parecía querer tener amor y alguien que le diera un abrazo.
Cuando lo adopte el estaba asustado. Al principio se rehusaba a acercarse. No me hablaba o decía nada. Yo hacía lo que podía. Hasta que se me ocurrió comprar algunas películas y preparar galletas y palomitas.
Ese día el y yo nos sentamos y vimos películas de Disney hasta el cansancio. Fue la primera vez que vi una sonrisa en su rostro y eso me hizo simplemente feliz. Ya empezaba a sentirlo como un hijo aunque claro no me apresuraría a los hechos, prefería darle su espacio.
Los meses pasaron, el ya me decía papá y dejaba que usará apodos tiernos con el. Poco a poco nuestra relación se hizo mas fuerte. El empezó a tomar clases desde casa, porque para ese momento de mi vida tenía demasiado trabajo en la escuela en la que le asignaron, tenía 25 años, digamos que cuidar de un niño, o sea, dejarlo en la escuela, darle de comer, bañarlo, dejarlo en la escuela, todo eso era complicado, yo no podía dejarlo en la escuela así que opte por contratar tutores. Shinsou parecía un chico muy listo, no tuvo dificultad para aprender nada y se creó un buen hábito de estudio.
