Salir de la cama es un reto diario. Comer es difícil. Dormir es difícil. A veces hablar es difícil.
Sin duda alguna esos días fueron difíciles, pero las sonrisas de aquel chico de pelo rizado a su lado aligeraban la pesada carga sobre sus hombros...
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Izuku tenía muchos amigos. Entre ellos estaba yo. Su mejor amigo. Al menos así me catalogaba él. No era molesto si era del todo sincero, era agradable hasta cierto punto.
Estaba dejando que todo fluyera. Porque me gustaba estar con él. Pasar tiempo juntos era divertido. Ir a la tienda de discos de vez en cuando para bobear un rato y al final llevar discos de artistas de kpop de los cuales casi no recuerdo el nombre, ir a la librería y mirar los estantes en busca de un libro con portada bonita y comprarlo "una nueva adquisición a tu biblioteca" solía decir Izuku con una gran sonrisa, que me llamara un sábado porque había adquirido una nueva planta queriendo contar cada detalle de ella, aunque también era para pedirme que la colocará en algún lugar alto de la casa, o ir a su trabajo para ver que tal le iba.
Yo me propuse aprender a cocinar, el sabía hacerlo y no quería quedarme atrás, debía ser un adulto funcional. Un casi adulto funcional.
Por su parte su trabajo en la floristería iba genial. Se veía tan feliz haciendo pequeños encargos y ramos de flores. Era totalmente su ambiente. Tan amable y sonriente. Siempre al servicio de las personas.
Algunas veces tenía pétalos desperdigados por su verde cabellera. Y me gustaba saber que a las 3 de la tarde, justo a la mitad de su jornada laboral de 6 horas, yo llevaría un ventó con mi intento de cocina. La primera vez tuvimos que usar su hora de almuerzo para ir a McDonald's porque simplemente mi intento de comida era indigerible.
La segunda vez hice dumplings con ayuda de Eri, papá y el señor Hizashi así que no fue tan malo.
La tercera vez intente hacer tarta de pollo y vegetales, podría haber quedado más cocida pero según Midoriya el relleno sabía bien. Esa comida fue acompañada de un dibujo de Eri.
Intente hacer curry varias veces y también probé hacer Katsudon, era la comida favorita de mi mejor amigo así que no podía faltar en la lista. Sus ojos brillaron ese día. Sin duda se veía feliz.
Una vez solo lleve donas y una ensalada vegana de mi trabajo, porque si, había conseguido trabajo. Ser mesero no era precisamente mi estilo, ni era tan malo, pero soportar gente era más que tedioso. Sin embargo me estaban pagando. Y de algo debía servir trabajar ahí. No podía quedarme un año sin hacer absolutamente nada.
El reía de mis quejas constantes de personas que solo venían a joder. Decía que era irónico que trabajará ahí si las personas no me gustaban.
Los días siguieron. Fuimos a un par de fiestas. Izuku borracho era lo más divertido que existía. Bailaba bien cuando se desinhibía. Reía y disfrutaba sin preocuparse de más. Era sólo una parte más de él que tenía la fortuna de conocer. Lo malo es que ser lindo y estar borracho lograba que varios "hombres" intentarán sobrepasarse con el. Vamos ¿enserio hay personas tan idiotas para querer aprovecharse de ese lindo rollito de canela? Pero bueno, Shoto y Bakugo los golpearon así que estaba satisfecho.
