30 Días (Johnlock/Mystrade)

Día 21: Mirandose a los ojos

"Mis ojos te quieren más que a una melodía."

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El silencio que reino en casa cuando abrió la puerta era tan normal y esperado para Mycroft. Caminó por el pasillo poco iluminado por la luz que emanaba la sala de estar, se dirigió hacía allí deseando encontrarse con su amado Greg, llevaban tan poco tiempo viviendo juntos que la emoción de llegar a casa y encontrarse después de un largo día de trabajo aun estaba latente; sin embargo la felicidad de Holmes decayó al ver a su pareja recargada contra el sofá, con los pies levantados pegados a su pecho y una copa de vino casi vacía sobre la mesa frente a él.

—Querido ¿Qué sucede?—Mycroft se acercó despacio hasta estar a lado de Lestrade quien solo le tendió la tableta que escondía entre sus manos.

—Tal vez quieras ver esto.

Holmes observó con detenimiento la nota periodística en la pantalla del aparato, las grandes letras negras resaltaban diciendo:

"FUNCIONARIO DEL GOBIERNO Y DETECTIVE DE LA YARD: ¿Relación beneficiosa?"

Mycroft entendió de inmediato a donde marchaban las cosas.

—Amor, debes dejar de tomar importancia a noticias como estas que rondan por Internet.

—Myc, yo te amo, de verdad lo hago, no me gustaría que pienses algún día que estoy contigo por tu dinero o posición social o que elijas que no me quieres más en tu vida por que no estoy a tu nivel, no quiero que los mal entendidos nos destruyan, yo no soportaría perderte.—Las lágrimas se acumularon en los ojos de Greg pero no se liberaron como tal.

Mycroft tomó suavemente entre sus manos el rostro triste de Lestrade, levantándolo para que se miraran y beso su frente con dulzura.

—Gregory mírame a los ojos, por favor—Habló Holmes de forma suave mientras Greg alzaba la vista para encontrarse con la mirada intensa de Mycroft.—Eres maravilloso, un hombre noble, responsable y muy guapo, tu vida es tan importante como la mía, no eres menos que yo por que un periódico  sin idea de lo que es el respeto lo diga. A demás estoy consiente de tus bellos sentimientos por mi, no he pensado ni por un momento que mi dinero sea lo que te mantiene atado a alguien como yo.

—Te amo tanto.—La voz de Greg se quebró entonces, pero aguantando las lágrimas aun se unió a su pareja en un abrazo largo y reconfortante.

—También te amo, jamás dejare de hacerlo.

Mycroft sintió su camisa ligeramente húmeda, Greg estaba llorando y el solo quería besarle hasta el amanecer, explicándole por que era tan importante. Pero primero debía hacer que ese periódico patético se fuera a la ruina, o por lo menos asustarlos un poco y borrar la nota.