"Estoy hecho para ti, no podemos negarlo".
- Los personajes son mayores de edad en este capítulo -
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La ropa voló sin sentidos ni patrones, las caricias asustadizas remplazaron por un momento la ligera vergüenza, cada paso torpe en el andar ansioso de los jóvenes los llevó por un camino sin rectitud al baño, en donde resonó chirrido del grifo acompañado de la melodía del agua repentinamente brotando de la regadera, fría al principio y caliente después.
—Sherlock no.
Los labios de John soltaron un jadeo amortiguado por la boca de Sherlock, sus manos inmovilizadas bajo la presión del cuerpo ajeno contra ellas, el vapor que desprendía con esmero el agua apañó su vista mientras su pene era estimulado por los largos y delgados dedos de Sherlock.
—T-tus padres o Myc-roft llegarán en cualquier... momento.
—Entonces se silencioso.
Cuando John sintió la incomoda introducción de un dedo entre sus muslos mordió su labio inferior con fuerza reprimiendo cualquier sonido que su boca pudiera emitir.
Los movimientos agitados de Sherlock dentro de John aumentaron su velocidad, el sonido de gotas cayendo inundó los oídos de ambos y se adueñó del los jadeos entre cortados del rubio, provocando que casi fueran inaudibles, los besos continuaron tan fugases y eróticos, los toqueteos se fusionaron entre sus pieles y el agua rodeandolos románticamente. La mano del joven Holmes abandono su lugar para tomar al otro hombre de por los brazos y obligarlo a darse la vuelta.
El rostro de Watson pego contra las baldosas blancas y frías, su aliento se fue por un momento y regreso para hacerle gemir, después recordó que debía ser más callado, tragó saliva, sus ojos de cerraron con fuerza y los dedos de su novio regresaron a prepararlo insistentes, pronto los remplazó con su pene y entonces la cordura de ambos se deslizó entre mares de lujuria, corriendo a través de sus sensaciones cálidas e intensas.
El vaivén de las caderas del pelinegro encerraron a John en una burbuja de placer y satisfacción, mientras en alivio en su miembro por sus propias manos acompañaba la situación.
Segundos, minutos, horas, el tiempo que haya pasado se volvió irrelevante, el amor respirado por los chicos terminó fundido en un orgasmo, entre besos ardientes y respiraciones irregulares. Las palabras correctas, amables, dejaron entrever los sentimientos que ahora parecían tan expuestos. El mundo tranquilo les permitió estar, fusionados, siendo uno solo guiados por el maldito amor.
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30 Días (Johnlock/Mystrade)
Hayran KurguPequeñas historias sin relación entre si para cumplir el reto de 30 días OTP con las parejas "Mystrade y Jonhlock"