30 Días (Johnlock/Mystrade)

Día 27: Besándose

"Pero, cariño, eres la única excepción"

🌼🌼🌼

—¡John! —La voz de Sherlock resonó contra las amplias paredes del nauseabundo lugar,  sus pies corrieron con fuerza y cada paso de Holmes haciendo eco encendían las alarmas del hombre rubio, sentando en una silla, atado y golpeado.

John sintió la mano fría de Sherlock tocando su rostro, jamás pensó que ese tacto helado iba a hacerle sentir tanto alivio, sonrió debajo de todos los moretones en su rostro y aunque la acción pareció doler no quitó la expresión feliz de ver a su novio ahí, dispuesto a sacarlo del infierno, pero todo al rededor de Watson giró, se distorsiono, los gritos de Mycroft, Greg quejándose  y disparos de todos lados fue el sonido con el que cayó inconsciente.

...

Sus ojos se entrecerraron una y otra vez tratando de aceptar positivamente la luz traspasando la ventana y la cortina del banco cuarto, muy familiar.

—¿J-John? —El habla de Sherlock dudó entre la desesperación, Watson suspiró, una punzada en su pecho por ver a su pareja en ese estado tan vulnerable le atormentó haciéndole sentir inmediatamente culpable.

—Per-dón.—Hablar entonces se volvió difícil.

—Eres un idiota.

John sonrió con ternura, sin duda alguna su corazón aun latía gracias al maravilloso hombre a su lado, cerró los ojos para descansar, entonces sintió el roce de labios entre el y Sherlock, correspondió como pudo el beso y su cuerpo fue recorrido por un escalofrío placentero, levantó su mano tocando el brazo del chico de cabellos obscuros.

La puerta abriéndose no les interrumpió de inmediato y la persona que entró miraba un poco avergonzada el momento así que desvió la vista.

—Lárgate Gavin ¿No tienes que follar con mi hermano o algo así?

—¡Sherlock!—Reprochó Watson.

—Sólo quería ver como estaba mi amigo, no me lo voy a llevar Sherlock, deja tu actitud de reina del drama.

Holmes rodó los ojos fastidiado.

—El esta bien, pero esta cansado, ya sabes lo que querías ahora vete, John necesita descansar.

El rubio miró a Lestrade con una expresión de disculpa, Greg se encogió de hombros y pensó que vendría a ver a John cuando Sherlock estuviera menos caprichoso.

—No debiste hacer eso, el solo quería saber si estaba bien.

—¡Jooohn! Por favor, estuviste secuestrado cuatro días, yo te encontré, yo te traje al hospital, deberías agradecerme a mi, ya sabes con besos y esas cosas ¿Para que quieres a Gareld?

El ex soldado soltó una risa tenue, sabía que Sherlock no lo hizo todo sólo, pero también sabia que su novio no aceptaría que necesitó ayuda, mucho menos de Mycroft y Greg, tomó entre sus dedos el rostro se Holmes acariciando sus pómulos, atrayéndolo hacia el para besarlo de nuevo.