Día 11: Comiendo helado

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"Por favor entiende, sí, me he enamorado de ti"

🌼🌼🌼

—¡Sherlock! ¿Qué te dije sobre meter partes de cuerpos y experimentos raros al congelador?— Gritó John enojado mientras miraba algo en descomposición color negro y tres dedos dentro del electrodoméstico.

—No se John, lo borré.— Sherlock habló desde el sofá, en donde estaba recostado envuelto en una larga bata azul rey.

John no dijo nada más,  simplemente sacó con cuidado las cosas, colocándoles en la mesa, remplazando el espacio ahora vacío del congelador con un bote de helado de fresa. Movió de nuevo las cosas de Sherlock hacia el fregadero, su novio tendría que deshacerse de esa basura, por que el no iba a sostenerlas de nuevo entre sus manos. Caminó hasta el pelinegro, agachándose un poco para acariciar sus rizos, amaba la sensación del cabellos sedoso de Sherlock revoloteando entre sus dedos; suspiró enamorado, pero entonces el otro hombre se levantó de forma rápida, corrió a la cocina trayendo en su regreso al sofá el bote de helado con una cuchara.

—Hey, no se supone que solo sea para ti, además lo compre para después de comer esta tarde. —Reclamó el rubio.

—La comida que preparas es aburrida, me gusta el helado.—Sherlock enterró la cuchara en la espesa mezcla rosa, sacando porción grande y llevándosela a la boca.

—No es aburrida Sherlock, es sana, dame eso.—John se acercó intentando arrebatar el dulce de las manos de su novio, si éxito, por que Sherlock dio un brinco caminando para pararse detrás del sofá, mirando a John frente suyo.—Estas siendo un idiota. —Bramó John.

—El idiota eres tu, yo soy sumamente brillante.

—Claro.

John puso sus manos en sus caderas mientras veía fastidiado como Sherlock intentaba terminarse el helado.

—Ok, no voy a quitártelo, solo vuelve aquí.

La mirada afilada del detective recorrió a su pareja de pies a cabeza,  comprobando que no tenía intenciones ocultas.

—Bien.—El más alto caminó hasta John, quien solo lo abrazó por la cintura una vez que llegó a su lado.

—Será mejor que guardes un poco para mi.

—Por supuesto John, siempre compartiría mi helado contigo.

—Prácticamente es mío, yo lo compre.

—Solo cállate.

Ambos se besaron saboreando de un agradable contacto sabor a fresa.

30 Días (Johnlock/Mystrade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora