Día 26: Con juguetes

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"Vibra tu frecuencia en mi cabeza"

🌼🌼🌼

Mycroft subió las escaleras de su hogar cansado, se movió rápidamente hacia la habitación que compartía con su pareja, convencido de que encontraría a Greg ahí, al llegar no lo vio, pero noto la luz del baño escaparse por la pequeña abertura de la puerta, se acerco y empujó para ver dentro.

—¿Greg? —Llamó el pelirrojo

Lestrade hurgaba en un pequeño y elegante mueble del lugar, buscando simplemente más jabón para manos, encontrando en el instante en el que Mycroft abrió la puerta un pequeño juguete vibrador, el cual sostuvo entre sus manos y dejo en su lugar después de examinarlo un poco curioso.

—Hola Myc.

Holmes le miro un poco asustado, los colores le subieron al rostro que enseguida se tornó de un intenso rosa, ok para Mycroft fue vergonzoso que su novio encentrara ese estúpido vibrador, que lo mirara como si nada y lo saludara con una actitud alegre.

—¿Qué pasa amor? ¿Estas bien —Preguntó Greg preocupado, dando un paso largo hacia el frente acortando la distancia entre ambos.

Mycroft agachó la cabeza y apretó sus manos  en puños, parecía un poco culpable, el solo quería escapar y esconderse debajo de todas esas sabanas de seda que tanto amaba.

—¿Es por el vibrador? —Greg dijo sin ningún tipo de escándalo ni reproche en su voz, más bien fue dulce y en tono suave.

—Perdón yo... —Pero Mycroft no termino su oración.

—Hey no te disculpes, no tiene nada de malo. —Lestrade terminó con la distancia que los separaba para tomar entre sus manos la cara de su pareja y levantarla un poco, al hacerlo Mycroft no le miró, solo desvió  la vista a otro lado.- Myc no te sientas culpable ni avergonzado de nada, esta bien.

—¿No estas enojado?

—Por dios, no, ¿Por qué iba a enojarme?

—Bueno... tuve una pareja a la que no le gustaban los juguetes sexuales, se molesto demasiado cuando se entero de que usaba uno, me termino y nunca le volví a ver. —Los ojos de Mycroft brillaron un poco, Greg sabia que era un signo de tristeza en el otro hombre.

—Oh amor, escuchame por favor. — Holmes lo hizo. —Es tu cuerpo, tu vida, tu placer, no te voy a decir que se supone que debes hacer en tu intimidad. Quiero que te sientas libre de disfrutar de tu sexualidad sin que pienses que voy a enojarme por eso ¿De acuerdo?

Una tímida sonrisa  se plantó en los labios de Mycroft quien luego beso con intensidad a Greg y luego se abrazaron.

...

—¡Gr-Greg Greg! —Mycroft gritó, su respiración se entrecortó.

Greg chupó el miembro de Mycroft, tomando todo lo que pudo en su boca, la lengua masajeó apresuradamente, Greg sintió la mano apretando su cabello. Paso sus manos por el torso de Mycroft, subiendo y bajando, rosando de vez en cuando los pezones del otro hombre. Lestrade se separó antes de hacer llegar a Holmes al orgasmo.

Greg agarró el pequeño juguete vibrador en forma ovalada y lo acercó al cuerpo de Mycroft poniéndolo en la punta de su pene para luego encender el aparato.

—¡Greg, Mierda!- El pelirrojo se retorció un poco volteado su rostro a la izquierda enterrándolo en la almohada.

—Me encanta cuando hablas así.

Greg movió como pudo su mano libre para agarrar la botella de lubricante en alguna parte de su cama, lo destapó, llenó sus dedos con el líquido espeso y los llevó a la entrada entre los muslos de Mycroft introduciendo uno de sus dedos en forma lenta. Mycroft soltó otro grito mientras los movimientos de Greg en su interior iban de lentos a rápidos, otro dedo más se agregó y Lestrade los abrió y cerró, todo mientras el vibrador aun presionaba contra el miembro de Mycroft.

—¡Gr-Greg por f-avor!

—¿Qué quieres amor?

—Q-quiero que m-e folles.

Greg sacó sin aviso los dedos de dentro de su amante y alejó el juguete dejándolo entre las sabanas, enseguida introdujo su pene en Mycroft y tomo el miembro goteante de Holmes, bajando hasta sus testículos masturbado lentamente. Lestrade estaba tan excitado que pudo correrse solo mirando a Mycroft retorcerse bajo suyo, pero la sensación del calor abrazador mientras penetraba al otro hombre fue maravillosa, se movió rápidamente y en pocos minutos ambos llegaron al orgasmo juntos.

—G-reg eso f-ue increíble. —Habló Mycroft aun temblando un poco y con la respiración agitada.

Se besaron entre caricias y palabras amorosas.

30 Días (Johnlock/Mystrade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora