Mi único y verdadero amor

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Ya era lunes y estábamos por salir a la hora del break.

Durante todo el fin de semana pasé ignorando las llamas y mensajes de Louis, es esos días no me sentía preparada para hablar con él, aunque no lo iba a poder evitar por mucho tiempo ya que me lo iba a encontrar en las clases y en todos lados. Pero Gael estuvo insistiéndome en qué le contestara a Louis porque según él la estaba pasando mal porque no quería hablarle.

Emma, Zaid y yo nos sentamos en nuestra mesa en la cafetería. Al entrar pudimos notar que Gael y Louis no estaban por ningún lado lo que me tranquilizó.

Estaba a mitad de mi ensalada de frutas cuando alguien detrás de mí me pone una dalia de color morado frente a mis ojos, no volteé porque supe que era Louis por el olor de la colonia que traía en su ropa.

– Discúlpame Max no quería que te sintieras mal por mi culpa –dice Louis sentándose a mi lado.

Al Louis sentarse a mi lado Zaid y Emma nos dejaron solos.

Me sentía incomoda en la cafetería con Louis a mi lado, solos y con la flor que me trajo porque todos los que estaban ahí se dieron cuenta y quedaron sorprendidos.

– Está bien –dije.

No había terminado de hablar cuando Louis me abrazó y me dio un beso en la mejilla.

– No hagas eso –le dije alejándolo de mí.

– Por qué si me acabas de disculpar –pregunta.

– Porque no –respondí.

– Max lo del beso lo hice porque tú también me gustas y no quiero que pienses que lo hice por jugar contigo. Te besé para demostrarte que me gustas mucho, siempre me has gustado. Sé que haberte besado así no fue la mejor opción, pero no pude resistirme cuando me confesaste tus sentimientos. 

– No te creo –dije agachando la cabeza para que no viera lo roja que me había puesto.

– ¿Por qué?

– Porque cuando yo te dije lo que sentía te quedaste callado –dije.

– Pero lo hice no porque yo no sintiera lo mismo, sino porque yo también iba a decir lo mismo y además todos en el instituto saben que me gustas.

– Yo no he escuchado a nadie decir eso y mucho menos me lo han dicho –afirmo.

– ¿No? –pregunta.

– No –respondo.

– ¿Y Zaid no te ha dicho nada? –dice alzando las cejas.

– ¿Él sabe? –le pregunto asombrada.

– Si, desde la noche que fuimos a ver la película a tu casa.

– Y por qué no me habían dicho nada.

– Yo por miedo a que no sintieras nada por mí y me rechazaras y él no sé por qué no te dijo –dice Louis agachando la cabeza.

– Mmmm.

– Cuando le conté a Zaid él se sorprendió y yo le pregunté si sentías algo por mí, pero me dijo que no podía decir nada.

– Ah... él sabe que sí me gustas desde hace rato igual que Emma, pero yo les hice jurar que no podían decir nada –dije riéndome.

– Ya veo, pero sin que ellos dos me dijeran Gael y yo nos dimos cuenta.

– Y cómo si yo no hablo sobre eso con nadie –afirmé.

– Porque en el partido de fútbol vi como celebraste el gol que hice y Gael ese mismo día me dijo que Zaid había dicho que no te perderías el partido y eso se me hizo raro hasta que pude notar como te ponías al verme –dijo con una sonrisa.