Nosotros Sterek

Capítulo 42

Ya sólo falta poco para el gran final.

Continuación

POV's: Stiles

— Te amo Derek y de verdad estoy dispuesto a llegar al fin del mundo siempre y cuando sea para estar a tu lado. Se que dirás que eso es cliché, pero es lo que en verdad yo haría por ti. Llevo años sintiendo un gran amor por ti, el cual no podía ocultar por más tiempo. Se que tuve relaciones en el pasado, pero en ninguna de esas relaciones estuviste tú presente y de verdad el más que sufrís era yo pensando en que solo tal vez estaba pensando más en ti que en mis parejas en ese tiempo, hasta que me di cuenta que no podría amar a alguien como te amo a ti Derek. Lo sé suena un poco idiota, pero es lo que siento Derek. Cuando deje mis relaciones fallidas, me di cuenta que mis relaciones fallaban porque ninguno daba el cincuenta por ciento. Hasta ese día que no aguante y quise desaparecer de todo y todos y acepté la oferta de Masón y Corey de irme al campo con ellos. Esa semana analicé muchas cosas y medité muchas cosas y me percaté de que en todo momento a quien mi corazón y yo deseábamos era a un lobo gruñón de ojos rojos que se llama Derek Hale. — Le digo con lágrimas en los ojos minutos después de separarnos del beso y de cuando Derek dejo el anillo en mi dedo.

— Stiles yo también te amo y te amare hasta el día en que de mi último aliento, ¿pero por qué me cuentas esto hasta ahora? — Me pregunta con cierto brillo en sus ojos.

— Por que te amo y por que quiero que sepas que nunca deje de amarte y que mi amor por ti es fuerte como el amor que tú sientes por mi. Además que también llevaba meses guardado esto y debía decírtelo. Como dice el refrán "Cuentas claras amistades largas". Derek llevo años enamorado de ti, le hablé a mi mamá sobre ti, incluso hasta a mi papá le hablé de ti cuando era pequeño y mi mamá estaba viva. Ellos dos me alentaron a hablarte. Es cierto que mi papá se desilusionó cuando le dije que me gustaban tanto las chicas como los chicos, pero más los chicos. Aun así el nunca dejo de quererme y nunca me dio la espalda, al contrario me apoyo y me daba impulsos para que te hablara. Siempre fuimos a la misma escuela aunque cierto es que eras mucho más mayor que yo, aunque aun lo sigues siendo. — Le digo y ambos soltamos una risa. — El caso es que siempre mis papás supieron de mi romance por el único hijo varón de los Hale. Ese romance que aun sigue en pie y que años más tarde se hizo realidad. Creo que mi mamá estaría orgullosa de ver que su pequeño bebé cumplió su misión. — Le digo y no puedo evitar que más lagrimas salgan cuando digo eso último.

Derek me mira y se para de su asiento y se acerca hasta mi, me hace levantarme de la silla y el se sienta y luego me sienta en su regazo. — Se que sonara estupido, pero quiero saber si es lo que estoy pensando, ¿cuál era tu misión? — Me pregunta con una gran sonrisa en su hermoso rostro.

— Mi misión, querido futuro esposo era que algún día Derek Hale estuviera a mis pies y pidiéndome que fuera su esposo y mira lo pude cumplir, mamá tenia razón los sueños si se pueden cumplir. Es como ella siempre me decía: "Siempre los sueños se hacer realidad, por eso mi pequeño debes soñar en grande y en lo que quieras ser y hacer en tu vida, así todos tus sueños y metas se harán realidad. Siempre guarda tus sueños y nunca se los cuentes a nadie ya que quien menos te lo esperas te puede dañar tus sueños, pero no por eso te vas a detener cariño. Recuerda, siempre sueña en grande." Siempre le hice caso a mi mamá y nunca le conté a nadie mis grandes sueños, salvo a una persona y fue a mi padre él cuál siempre me apoyo y luego llegaste tú y soñé contigo. — Le digo. Ya mis lagrimas han desaparecido, pero por qué ahora le cuento lo que guarde por mucho tiempo. Al fin puedo decirle todos los bonitos sueños que tuve con él ya que por fin nada los dañara, por que ya los he cumplido. — Soñé y soñé tantas cosas bonitas contigo cada noche que para contártelas necesitaría esta y otro vida junto a ti y creo que nos faltarían más para poder contártelos. Contarte los que se siguen añadiendo cada noche qué pasa. Pero siempre te haré saber que siempre me cuidabas en mis sueños. — Le digo acercándome a sus labios.