Miami

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Flavio.

Sonó el despertador a las 5:30a.m teníamos el vuelo a las siete y si no nos levantamos ya, no llegaríamos, estaríamos en Miami sobre las 8 de la tarde, haciendo una escala, todo el día en el avión... pero merecería la pena, llegaríamos con el tiempo justo para ir a ver a claudia antes de que cierre el cementerio, cenaríamos por vídeo llamada con sus padres e intentaría normalizar la situación para Dara. Que sam viniese conmigo era una alegría, sería un apoyo para Dara y para mi y no se como podré pagarle que haga esto por nosotros.
La alarma sonó por segunda vez y eso significaba que teníamos que levantarnos si o si, seguíamos los tres abrazados en la cama, Dara se había cambiado de postura y ahora me abrazaba a mi, y sam tenía su brazo en mi cintura, la cabeza apoyada en la espalda de Dara y sus piernas enredadas con las mías, nunca había echo esto con claudia, jamas dormí con ella, estar en la cama con las dos mujeres más importantes de mi vida era algo mágico, una sensación única e incluso indescriptible. Empecé a darle besos a Dara en la cara mientras que acariciaba  a sam con la otra, poco a poco fueron abriendo los ojos y Dara se giró, las dos chicas se abrazaron y casi gritaron a la vez un "déjame dormir", yo solté una carcajada y volví con mi tarea de despertarlas.

-Dara mi vida, o te levantas ya o perdemos el vuelo- la niña se levantó de un salto y corrió hacia su habitación, le dejé la ropa preparada antes de irnos a la cena, estaba escuchando cómo tiraba la ropa de un sitio a otro y se ponía la limpia. Solté una carcajada y miré a Samantha, me estaba mirando sonriendo.

-No me importa que se caiga el mundo, pero prométeme que jamás te volverás a ir, aunque si te vas, tengo claro que yo iré detrás- dijo eso y salió de la cama, a mi me dejó patidifuso, con una sonrisa de bobo.

-Papa vístete ya- grito Dara entrando en la habitación con un gorro puesto de mala manera y el chaquetón sin abrochar. Yo me levante y empecé a vestirme. A los pocos minutos estábamos esperando al Uber en la puerta de casa. El viaje en coche paso rápido, no había apenas tráfico, ya era veinticinco y la gente a esta hora estaba recogiéndose después de haber estado toda la noche de fiesta. Nos bajamos en la puerta del aeropuerto a las seis y cuarto de la mañana, Dara iba en brazos de sam y yo llevaba las 2 maletas grandes, Dara estaba dormida así que no se entero del despegue.

Me puse los cascos y cogí la libreta, sonaba ni un segundo a todo volumen, deje que la voz de malú me meciera, me hiciera ver más allá de lo que ven mis ojos, los abrí y la miré a ella, ahí estaba, dormida en mi hombro, y pensé si ella habría sentido eso al escuchar esta canción, si ella se habría sentido mejor cuando yo me fui, y el corazón se me espachurro. Sus palabras seguían rebotando en mi cabeza, no pienso casarme me dijo.  Y a mi el mundo se me iluminó, y cuando vi en sus ojos el arrepentimiento se me volvió a apagar, intenté que habláramos, salir de la habitación y hablar, pero no quiso, es como si se arrepintiese de haber dicho eso y a mi la cabeza me va a explotar, necesito saber porque dijo eso, necesito saber si es verdad, si va a cancelar la boda, necesito saber que va a pasar entre nosotros porque me estoy volviendo loco.

-¿Cuando tiempo llevamos?- me dio un leve toque en el hombro antes de hacerme la pregunta.

-Tres horas, sigue durmiendo- le dije dándole un beso en la cabeza.

-¿Tú porque no estás durmiendo?

-Tengo muchas cosas en la cabeza, no puedo parar de pensar sam.

-Estás pensando en lo que te dije anoche ¿no?- yo afirmé con la cabeza y ella se puso recta, yo cerré los ojos y respiré antes de mirarla, íbamos a tener esa conversación que tanto ansiaba y ahora tanto temía.

-No se que hacer flavio, creo que ya es hora de contarte la verdad. La boda nunca a sido real, siempre fue un pacto, no llegaríamos a casarnos, cuando los dos lo decidiéramos pararíamos todo, nos inventaríamos algo y ahí se haría pública la ruptura. Tenía muy claro que llevaría esto hasta los extremos, si te soy sincera acepte para que tú te alejaras de mi, para no caer en la tentación, porque maldita la tentación flavio, te veía tan bien, sonriendo, me sentía estupida, estupida por haberte dejado ir, pero más estupida por no querer que te vuelvas a ir.
Cuando te fuiste me dejaste en pedazo, el cuerpo, el alma y la piel, no me acostumbraba a estar sin ti. Y no quiero volver q correr ese riesgo. Ya es demasiado tarde, ya no es cuestión de perdón, nos quedo grande el amor fla, creo que nuestro momento ya paso, y que al final nos haremos muchísimo daño si seguimos así. Yo no sé qué estoy haciendo, no sé porque pase la noche buena con tu familia, no se porque necesito estar cerca de Dara, ni porque quise venir contigo, sabiendo todo lo que implicaba eso. Sé que no quieres hacerme daño y que jamás volverás a hacérmelo, pero... fla no.

Todo de ti {Flamantha}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora