Permitete estar mal.

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Samantha

Me desperté en su pecho, con una ansiedad que jamás había sentido, me encontré perdida, sin rumbo, sin un soporte, el viaje a Italia se había adelantado y tenía el vuelo está noche. Me habían propuesto poder llevar a un acompañante pero finalmente decidí ir sola. Me necesitaba, necesitaba reconstruirme, fortalecerme, estar sola, quererme, quería conocerme a mi misma. Necesitaba saber que quería. Si, esto es lo que quería. Necesitaba saber si el miedo seguía presente, si lo quería o si era una simple fantasía.

-Me voy esta noche a Italia flavio- le dije mientras tomábamos el café. Hugo acababa de irse y aproveche el momento. El no contestó simplemente se fue, se fue sin preguntarme como, porque o con quien, y no es que quisiera que me piedra explicaciones, claro que no era eso. Era porque vi dolor en sus ojos al escucharlo y esperé que al menos se preocupara en saber el porqué.

La tarde paso en un abrir y cerrar de ojos, se suponía que solo me iria unos días pero mi intención era más que eso, necesitaba encontrarme para encontrarlo. Así que mi jefe me dijo que organizaría todo para que estuviera una semana. Una semana sin el. Sin su café. Sin sus caricias. Si sus besos mañaneros. Una semana para aclararme. Una.
Con las maletas en la puerta y el taxi apunto de llegar decidí ir a su habitación, no había salido en todo el día, ni siquiera para comer y eso me tenía más que preocupada. Sonaba una melodía triste, apagada, era la primera vez que lo oía tocar el piano de esa manera. Con dos leves golpes llámame a su puerta y escuche como se cortaba la melodía.

-Pasa- dijo el con una voz que jamás antes le había escuchado.

-Me voy ya, quería despedirme- le dije acercándome a él y acariciandole la cabeza.- ¿Sabes qué? Te voy a echar de menos.

-¿Te vas para huir de los problemas verdad?- dijo flavio omitiendo mi confesión.

-No, me voy por trabajo, ya te lo conté en su día, pero me quedare más tiempo del previsto. Tengo que irme ya el taxi esta abajo, piensa en mi tanto como yo lo haré en ti, y come porfavor, no has comido en todo el día- le dije antes de darle un beso en la mejilla. Su agarre me impidió avanzar y con un leve empujo me sentó en sus rodillas, su frente quedó pegada a la mía, y nuestras respiraciones se mezclaban.

-Me vas a hacer mucha falta, ¿lo sabes verdad? Esto no será lo mismo sin ti, yo no seré el mismo sin ti- me dijo cerrando los ojos.- se que te vas para pensar en todo. Para replantearte todo, para saber si quieres o no estar conmigo y el miedo acabará conmigo, te quiero Samantha, si, te quiero, como antes nunca lo había echo, y no quiero que te vayas de mi vida sam- habl o a tropezones corriendo y casi sin respirar, lo ultimo lo dijo en un susurro antes de hundir su cabeza en mi cuello y abrazarnos, tan fuerte que pude jurar que pasamos a ser uno, lo quería, estaba segura de ello pero a veces querer a alguien no es suficiente.- vete que vas a perder en vuelo, disfruta bonica- y me soltó del agarre regalándome una sonrisa, el corazón me dio un vuelco y por un momento solo quise quedarme con el.

-No hace falta que duermas aquí, sabes que mi habitación ya es de los dos, y si te sientes mejor en esa cama porfavor sigue allí, me haré bien saber que sigues en nuestra cama, nos vemos pronto fla- le dije antes de darle un beso casto y dulce en ellos labios y emprender el camino hacia el aeropuerto.

Flavio

Acababa de salir por la puerta, acaba de irse a Italia, en el peor momento, la necesitaba, necesitaba tener esa conversación con ella, necesitaba saber que sentíamos y como lo haríamos. La conversación de anoche no dejó nada claro. No se porque lo hacía, porque huía ahora, lo único que sé es que si dudamos de seguir, si dejamos lo que teníamos solo por miedo quizás no estábamos tan enamorados conos pensábamos, quizás esto no merecía tanto la pena como pensé en su momento. O quizás estoy tan enfadado por que se haya ido que quiero pensar eso.
Estoy enfadado porque quizás ha dado esta guerra por pérdida. Nos quedan cien charlas pendientes, quizás se salió con la suya, me enamoro como un imbecil.

Todo de ti {Flamantha}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora