SamanthaDesperté en la cama del hospital, el sol ya alumbraba la habitación llena de flores y canastas, ayer el amor de mi vida salió de mis entrañas, lo parí mientras mi mayor confidente me agarraba la mano, mientras me daba la seguridad que necesitaba. Ayer la habitación de este hospital parecía un supermercado, no paraba de entrar y salir gente, todas las miradas eran de amor, nos colmaron de cariño, de regalos, de felicitaciones, mi familia vino desde valencia, la de Flavio desde Murcia, están en un hotel todos juntos. Miro hacia mi izquierda y veo a tintín acostado, dormido con ese chupete que es más grande que él, Flavio está en la butaca de al lado, duerme aún, para nuestra sorpresa nuestro hijo es buenísimo, tiene la calma de Flavio y el azul eléctrico de mis ojos, el pelo color café como Dara. Nunca jamás pensé que algo así me pasaría, que un ser tan perfecto saldría de mi, que formaría una familia tan bonita. Hace años cuando Flavio en Italia me dijo que había dejado a otra embarazada taché a ese hombre de mi vida, el odio me consumió por años, de tal manera que nunca fui capaz de rehacer mi vida, hoy sé que no era el odio lo que me impedía rehacer mi vida, era que no podía ser feliz con otra persona cuando en mi corazón solo había sitio para él.
Flavio me devolvió la ilusión, Dara el amor.
Hoy Martín nos da todo lo demás, ahora tengo todo, tengo amor, una familia que me quiere, una estabilidad enorme y mucha paz, tanta, que no dejaré que nadie, nunca, jamás, me la arrebate.-Buenos días- la voz ronca de Flavio me saco del trance, le sonreí y él me besó los labios.
-Quiero irme ya a casa Fla- le dije mientras la hacía hueco y él se sentaba en la cama abrazándome.
-Yo también, anoche hablé para pedirme unos días y me han dado dos semanas, así que te vas a cansar de mi- me dijo el moreno jugando con mi pelo.
-Sabes que no era necesario bebé.
-Que no sea necesario para ti, no significa que no lo sea para mi, quiero cuidarte, a ti, a Martín, a Dara, quiero estar en los primeros días en casa, en los primeros baños, en las tomas, quiero estar siempre, en todo- me derretí en sus brazos una vez más, nunca jamás había querido tanto como lo quiero a él, y jamás podría querer a alguien de esta manera.
-Te quiero tanto Fla, no te haces una idea de lo mágico que eres, de la luz que tienes dentro- un llanto nos saco de nuestra burbuja, los dos sonreímos y Flavio fue a coger a Martín, ya le tocaba la toma y nuestro bebé era muy comilón por lo visto, otra cosa igual que su padre.
Hasta las doce del medio día no nos dieron el alta, llegamos a casa y mientras Flavio ponía una lavadora yo cambiaria el pañal de Martín, le prometimos anoche a Dara que hoy iríamos los tres a recogerla al cole, sabíamos de sobra que habría fotógrafos, los había en la puerta del hospital, pero no nos importaba, estábamos cansados de medir nuestros actos, y si nuestra hija nos pedía eso, nosotros no nos negaríamos, así que a las dos menos cuarto salimos los tres hacia el cole de Dara.
Flavio al volante cantaba Venecia, yo sonreía mirándolo atónita desde atrás, miraba a Martín, luego a Flavio y así sucesivamente, estábamos aparcando, ya veíamos a los periodistas en la puerta, a los padres haciendo corillo para hablar, Flavio me miro preocupado.-Bebe, puedo ir yo solo, quédate aquí con Martín.
-No Fla, le dijimos a Dara que vendríamos los tres y aquí estamos.- le sonreí y baje del coche, Flavio bajo a la vez y yo cogí a Martín en brazos. Todas las miradas se centraron en nosotros, Flavio puso su mano en mi cintura y me sonrió. Estábamos juntos y no necesitábamos más apoyo que el mutuo.
-¿Cómo está el pequeño?
-¿Desde cuándo sois pareja?
-¿Cómo se ha tomado Dara esto?
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Todo de ti {Flamantha}
FanficSamantha necesitaba encontrar un compañero de piso ya que tras romper con su pareja y quedarse sola en el piso no puede permitirse pagarlo, su hermano hugo le ruega que alquile la habitación ha un amigo suyo que no encontraba piso y necesitaba insta...