Corazón sin vida.

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Flavio

Seis años han pasado. Seis desde que claudia se aferró a la vida con uñas y dientes para poder criar a nuestra hija, seis largos años de químio, de operaciones, nos hemos dejado todo el dinero y energía que teníamos en ella, hasta que se rindió, un día me miro a los ojos mientras tenía a Dara en brazos dormida y me dijo que no podía más, que la dejara morir, que ya había visto a nuestra hija crecer que sabía que la dejaba en buenas manos, que la dejara irse en paz. Y eso hice. Me dolió la vida.

Hace seis años dejé mi vida, al amor de mi vida, a mis amigos, mi carrera, mi familia. Lo dejé todo porque claudia me contó que tenía cancer, que estaba estaba embarazada, que se volvía a Miami a intentar tratarse y no dejar a nuestra hija morir, no podía dejarla sola, intenté hablar con sam, explicarle porque me iba pero un día Hugo me llamo y me exigió que no lo intentara más o me demandaría por acoso. Ahí puse tierra de por medio. La sigo en redes, no con la personal claro y sé que pronto sacará un nuevo poemario, me alegro que se atreviera, que volara, que brilla y deslumbrara a todos.
Yo no puedo quejarme de la vida, saque un single, calma. Y todo explotó, tengo una carrera musical impecable, voy por el quinto disco y puedo sentirme bendecido por eso.

Llego del cementerio de la mano de mi hija, está rota, no entiende porqué mamá se a ido, y yo no puedo hacer nada, estoy roto como ella, nunca tuve nada más con claudia, nos convertimos en amigos, más que amigos en familia. Me pidió perdón en su día, ella si era consciente de que no estábamos usando protección, me dijo que se tomaba las anticonceptivas y que no pasaría nada. Me engaño y en su día la odie por eso. Me hice la prueba de paternidad cuando Dara nació. Claudia me pidió que la hiciéramos, quería demostrarme que era mía, que era nuestra. Hoy doy gracias a la vida y a claudia, porque me a dado el mayor regalado del mundo.
Dara fue mi refugio. Mi salvación. Estaba apunto de ahogarme pero su risa me dio fuerzas para salir a flote. Mañana volvemos a españa. Mi madre está viviendo en madrid con mi hermana y su marido y yo doy gracias por eso. Podré seguir trabajando desde allí con mi discografía, mi hija estará por fin cerca de su familia, se conocían pero no podían verse tanto como querían, mi madre venía a vernos una vez al mes unos días, pero yo no volví nunca a españa. No podía. Todo me recordaba a ella. El dolor seguía ahí. Ya no me arrepentía, no. Pero si me seguía doliendo haberla perdido.

-Papi no quiero irme y dejar aquí a Mami- dijo mi pequeña mientras me abrazaba en el asiento del avión.

-Volveremos ¿vale?, vendremos a verla cada vez que quieras te lo prometo, tienes que pensar que mamá siempre estará con nosotros, nunca te dejará sola.- le dije mientras le acariciaba el pelo para que se durmiera, nos quedaban mas de ocho horas de vuelo.

Samantha

Estoy en la cola de la churrería, hoy tengo que ir a universal a firmar un contrato, vamos a musicalizar algunos poemas, vamos a sacar un libro-disco y para celebrarlo e comprado churros para María y para mi, María se convirtió en un pilar fundamental en mi vida, un apoyo, además de ser mi manager, poco a poco fui cogiendo confianza con ella y a día de hoy la puedo considerar una amiga, quizás no disfrutamos tanto como quisiéramos de la compañía la una de la otra, pero se había convertido en un pilar fundamental para mí. Siempre estaba dispuesta a escucharme y yo pagaría por escucharla.

-Buenos días bonica- le dije entrando por su piso, después de desayunar iríamos a universal a firmar y a escuchar algunos aspirantes para musicalizar los poemas.

-Sami llegamos tarde si desayunas tan lento- decía maría mientras se metía un churro en la boca.

Salimos disparadas para universal, íbamos riéndonos de lo nerviosa que estábamos y por suerte llegamos media hora antes, maría me había engañado con la hora para que no llegáramos tarde y menos mal, porque si no habríamos llegado media hora tarde.

Todo de ti {Flamantha}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora