Todo de ti {Flamantha}

Fin de año

Flavio

Me baje del coche con una sueño increíble, creo que nunca había dormido tan poco, no pegue ojo en toda la noche pensando en que pasaría fin de año con la familia de Samanta, que volvería a ver a Hugo, quien en su día fue mi hermano, que conocería a Emma, a Débora, que vería en persona a los padres de sam, y que me presentaría allí con mi hija, después de destrozarle el corazón a Samantha y marcharme.
No entiendo como Débora nos insistió en que fuéramos, a mi hija anoche se le fue la lengua y dijo que estaríamos ella y yo solos esta noche porque mi madre y bea se iba a Murcia y yo no quería ir, así que dejó sin ninguna excusa por la declinar la oferta. No se porque Emma dio por echo que iríamos y le dijo a Dara lo del disfraz y tampoco entiendo porque sam no dijo que no, llevo toda la noche pensando que quiere sam, que quiere de nosotros.
Una monito corriendo hacia mi me hace salir de los pensamientos oscuros que me nublan la mente.

-Hola mi amor, ¿cómo has dormido bebé mío?- le dije a mi hija después de darle muchos besos mientras ella me pedía que parara.

-Muy bien papi- dijo zafándose de mis brazos.

-Te e echáis de menos , muuuchooo- le dije mientras le llenaba la cara de besos y le abrochaba el cinturón de seguridad.

-Pero papi si a sido solo un día- decía la pequeña mientras soltaba una carcajada.

Cerré su puerta después de darle el último beso y Samantha seguía de pie mirándome.

-Tenemos una conversación pendiente, no entiendo nada sam y quiero más de ti, más de lo que tenemos, más de lo quieres hacer ver que hay- le dije dándole un beso en la frente y dirigiéndome a mi asiento.

Dara se durmió a las pocos minutos de arrancar así que aproveche y mire a Samantha, necesitaba hablar con ella.

-¿Que significa esto para ti sam? Osea pasar la noche vieja con tu familia y con nosotros.

-Yo lo quiero todo contigo fla, no quiero esperar más, no quiero que haya más barreras, llevamos años queriendo estar, sin estar, soñando con estar y sintiendo que es imposible estar, así que esta noche vamos a enterrar todo, al igual que este año, vamos a brindar por el daño, por las heridas sin sanar, por las que ya cicatrizaron, por lo que viene, por el futuro que visualizo cada mañana al despertar, por las duchas de agua fría, los desayunos con Dara, las llamadas de tu madre, por tus tortillas y por claudia.
No se donde estaremos mañana, que nos deparar el futuro ni donde iremos o con quien en unos años, solo se que hoy quiero tenerte conmigo, a ti y a la enana, que ya la siento como una parte de mi, quiero tirar las barreras y no dejar que los muros crezcan, yo quiero una vida contigo flavio.

Solté una mano del volante y le agarre la suya, no hizo falta decir más, le dije que la quería, que Dara la quería, que la luz había vuelto a mi vida desde que ella volvió, que no quería volver a tenerla lejos. Samantha sin duda es el caos más bonito que jamás conocí, es un tsunami que pasa cada mañana por tu vida, por tu habitación, por la cocina, por el baño, por cualquier lado, un tsunami lleno de amor, de locura, de paz, algo necesario para vivir, como el agua, yo soy el aceite y ella es el agua, no nos mezclamos, porque no es necesario. No hace falta que los dos componentes se mezclen para hacer la no-mezcla perfecta. Cada uno brilla de manera propia, lo único que hacemos es darle más luz al otro. Y eso es maravilloso. No nos necesitamos, pero siempre nos elegiremos.

Mis dos acompañantes de viaje estaban en un sueño profundo, llegaríamos en minutos al pueblo de sam y yo estaba que daba saltos en el asiento de los nervios, con unos suaves toques desperté a sam y luego puse la canción favorita de Dara con bastante voz, las dos pegaron un grito y yo solté una carcajada.

-Ya hemos llegado, os dejo al sol encerradas todo el día, último aviso- dije en un tono de broma y Dara pegó un grito de horror diciendo que ya estaba despierta mientras sam estiraba el brazo hacia detrás y le tocaba la cara, vi como Dara cerraba los ojos y le besaba la Palma de la mano y sam ponía un puchero por el gesto tan noble que había tenido mi hija.
Aparqué justo en la calle que indicaba el gps y solté un suspiro, estaba cagado, no pienso esconderme. Samantha soltó una carcajada y me dio un beso, Dara grito, era la primera vez que nos veía darnos un beso, y ojalá no fuera la última, los dos soltando una carcajada y bajamos del coche, Samantha llamo a la puerta de la casa de esa misma acera y yo me cague en todo por aparcar en la misma puerta, estaba sacando las maletas del coche mientras sam sacaba a dara y la puerta se abrió. Una pequeña rubia salió disparada hacia Samantha y esta la cogió en brazos mientras le decía lo mucho que la había echado de manos, Dara no soltó en ningún momento la mano de Samantha, miraba a Emma con el ceño fruncido, la niña después de soltar a su tía abrazo a Dara y mi hija ya liberó la tensión y soltó una carcajada. Yo veía la escena sonriente con el maletero aún abierto, cuando vi a los padres de Samantha se me quitó la sonrisa de golpe, Dios mío, por un momento pensé en meterme en el maletero y desaparecer. Dara soltó a Samantha al darse cuenta de que estaba volviendo a abrazar a sus padres después de mucho tiempo y volvió a hablar con Emma de lo guapas que estarían esta noche con el disfraz. Yo cerré el maletero y me fui acercando por a poco. El mundo se paró, vi como hugo salía por la puerta de la casa y a mi la respiración se me corto, el me miro y de pronto sonrió y se lanzó a mis brazos.