Todo de ti {Flamantha}

Todo de ti

Flavio

Las semanas había transcurrido con normalidad, las cosas en casa con sam iban de maravilla, acababa de terminar los exámenes y eso significaba que tendría más tiempo, necesitaba un descanso creo que me lo gané después de tanto estudiar. Por otro lado en el conservatorio me va genial, no puedo estar más feliz. Esta tarde he quedado con Aitor en casa para ver una película y tengo muchas ganas de que mi mejor amigo conozca a Samantha. El telefonillo me sacó del trance y cuando abrí la puerta me eché a reír, Aitor venía cargado de chuches y palomitas y dos cajas de pizza, esto solo indicaba una cosa, no pensaba marcharse pronto.

Acababa de terminar la primera película justo cuando escuché abrirse la puerta, ahí estaba ella, con sus tacones de aguja y el pelo perfectamente liso, con la cara de cansancio habitual de un viernes.

-Hola chicos- dijo sam regalándonos una sonrisa.

-Hola bonita- dije levantándome a darle un beso en la mejilla- este es Aitor mi amigo, íbamos a cenar ya, ¿quieres cenar pizza con nosotros?

-Hola Aitor, encantada yo soy Samantha

-Hola Samantha, un placer- dijo mi amigo más blanco que la pared.

-Me cambio y cenamos vale?- Dijo la rubia acariciándome la cara y girándose para dirigirse a su habitación.

-Dios mío flavio, no me habías dicho que vivías con una miss y que era la más guapa del mundo- dijo Aitor mirando el camino que había recorrido la rubia. No tendría ningún motivo, y tampoco ninguna razón pero sentí cierto celos y eso no me gustó nada.

-La verdad es que Samantha es muy guapa- dije quitándole importancia a sus palabras.

-¿muy guapa flavio? Pero tú la has visto, joder es una barbie, pero en toda regla, ¿piensas que tengo alguna posibilidad?- dijo mi amigo mirándome sonriendo con cierta vergüenza y ahí están otra vez esa sensación, y me resultó más frustrante de lo que me gustaría admitir, un escalofrío recorrió mi cuerpo al imaginarme a Samantha con Aitor, Samantha no me gustaba, no, no podía gustarme, no lo hacía ¿verdad? Joder. Mi cabeza estaba echa un lío, es verdad que es una chica Preciosa y que estás tres semanas he podido conocer a una Samantha increíble, jamas me había sentido tan cómodo con alguien pero de ahí a gustarme...

-Ninguna. Tiene novio, así que olvídate y no la hagas sentirse incómoda Aitor- le dije y automáticamente me arrepentí, ¿porqué había dicho eso? Joder, no entiendo que estoy haciendo ni porque me estoy comportando así, no tengo motivos y tampoco tengo derecho.

-Ya estoy aquí, perdón por tardar- Dijo la rubia entrando por la puerta con una preciosa sonrisa que me dejo embobando, se había puesto un pantalón corto y mi sudadera amarilla, que más que mía ya parecía de ella, porque hacía días me la quito y por lo que me a dicho no piensa devolvérmela y además me amenazó con quitarme más ropa. Aunque para que mentir, estoy encantado, me encanta como le queda mi ropa y me hace sentir algo extraño cada vez que la veo con ella.

La cena transcurrió con normalidad, entre risas y charlas, Samanta y Aitor se llevaron genial y vi que Aitor cambió la forma de mirarla, antes la miraba con deseo,con pasión, pero ahora la miraba igual que al resto de amigas suyas y eso me hizo suspirar del alivio que sentí. Note la vibración de mi móvil y lo mire para ver quien era.

Aitor🎶

Deja de mirarla así.
Te la estás comiendo con la mirada.
¿El supuesto novio eres tú? Porque esa
sudadera es tuya😉

Lo mire con los ojos como platos, pero ¿que dice este chaval?.Fue lo único que pensé. Tras una larga discusión sobre que poner y tras muchos ruegos a Samantha para que no se fuera por elegir una de terror empezó la película, Samantha se sentó a mi izquierda y Aitor a mi derecha, yo estaba en medio, de un momento a otro Samantha me agarró el brazo con una cara de pánico que jamás le había visto, la película era fuerte pa' que mentir, pero no era pa' tanto, pensé. Se me hizo imposible no achucharla, ella hundió su cabeza en mi pecho y yo le di un beso en la cabeza, nos quedamos en esa posición un buen rato, no sabría decir cuanto porque lo siguiente que recuerdo era que entraba luz por la ventana. Aitor estaba a mi lado roncando y Samantha y yo estábamos abrazado, el agarre no se había soltado en toda la noche y era la primera vez en mi vida que sentía un cosquilleo así al mirar a alguien por la mañana, estaba preciosa, tenía los labios entre abiertos, hinchados, su cara transmitía paz y eso era exactamente lo que yo estaba sintiendo Paz. Su agarre se hizo más fuerte y hundió su cabeza en mi cuello.