Cuarenta y uno

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Minhho deseó buenas noches a los chicos, antes de deslizar la tarjeta en la puerta y dejar que Yongbok entrara en su habitación de hotel. Sus ojos persistieron sobre Chan por un momento antes de seguir a Yongbok hacia el interior.

Su hermano se hundió en la cama y dejó salir un sonido suave.

-¿Minmin?

Minho cerró la puerta y se dirigió hacia Yongbok, lo encontró retorciéndose despacio contra el colchón. Tragó saliva y Yongbok se frotó a sí mismo contra las mantas, gimiendo suavemente. Minho dio un paso adelante y Yongbok gimió de nuevo.

-Por favor, Min-suplicó Yongbok.-Ven aquí.

Minho alzó una ceja y se movió hacia la cama. Yongbok estaba completamente desvergonzado, apretándose despacio contra el colchón y tocándose ligeramente. Minho mordió su labio. Nadie podía volverlo loco como su hermano lo hacía. Podría correrse en sus pantalones con sólo mirarlo.

-Yongbok-murmuró, avanzando otros pocos pasos.-Quítate la ropa.

-Mmm-susurró Yongbok, yaciendo sobre su espalda y empujando su camiseta por encima de su vientre.-Quítamela tú.

-No, quiero verte haciéndolo-dijo insistentemente, parándose unos centímetros. Su ingle dolía con fuerza, y él solamente deseaba saltar sobre la cama y follar a Yongbok duramente.-Vamos, hazlo.

-Hmmmm.

Yongbok sonrió con satisfacción y deshizo su cinturón, dejándolo abierto. Entonces arqueó un poco su espalda, deslizando su camisa lejos de su torso hasta que sus pezones quedaron expuesto. Minho lamió sus labios sin entender aún. Siempre pensaba que Yongbok era increíblemente atractivo, pero esa noche había algo más. Minho estaba temblando.

-¿Más?-preguntó Yongbok.

En respuesta cabeceó mudamente.

-¿Qué quieres ver primero?

Todo lo que Minho podía decir como respuesta era.-Mierda, todo.

Yongbok se rio tontamente y acarició su cuerpo, temblando bajo su propio toque. Empujó su camisa y se inclinó sobre sus codos.-¿Más que esto?-preguntó, ruborizándose tímidamente.

Minho sabía que Yongbok no era tímido referente a lo sexual, pero la inocente mirada en la cara de su hermano hizo que su estómago se calentase.

-Desabróchate los pantalones-dijo.-Quiero ver tu erección.

Yongbok se sonrojó de verdad.-Minho... estoy tan duro. Si me toco me correré.

Minho maldijo y empujó una firme mano contra su propia ingle.-Sácatelos, Bokkie-hizo saltar el botón de sus pantalones y su miembro presionó hacia afuera, caliente y duro, desde la abertura de sus boxers.-Quítatelos, así puedo entrar en ti.

-¿Qué vas a hacer?-preguntó Yongbok.

-No voy a durar-admitió Minho.-Yo sólo quiero...

Yongbok asintió y se deshizo rápidamente de sus pantalones, tratando de no tocarse.-Venté en mi.

Minho no perdió el tiempo. Acortó el espacio entre ellos y se subió sobre Yongbok, e inmediatamente comenzó a frotar su miembro contra la ingle de su gemelo. Sintió como Yongbok bajaba la mano, hurgando para tomar su miembro. Minho jadeó cuando finalmente sintió la piel húmeda y caliente de Yongbok. Aumentó la fuerza, arrastrando su erección hacia arriba y hacia abajo, sus caderas envistiendo involuntariamente. Se iba a venir, y con fuerza.

-Dios, Min-Yongbok se las arregló para cubrirse los ojos con una mano.-Lo haces tan jodidamente bien...

Minho sólo asintió, mordiendo su lengua y balanceando su cadera contra las de Yongbok. Tenían un muy buen ritmo, podía sentir su orgasmo apenas a unos segundos de distancia.-Córrete conmigo, ¿de acuerdo?-le susurró, lamiendo una zona bajo el cuello de Yongbok.-Tenemos que venirnos juntos.

-Dime cuándo, estoy listo-respondió Yongbok, y luego lo besó, sus labios comprimiéndose juntos, casi dolorosamente. Minho gimió y sintió recorrerle hormigueo en sus dedos de los pies. Estaba tan cerca, su necesidad de correrse era tan desesperada. Pensó en tirar de Yongbok y empujarse dentro de él, pero no duraría mucho tiempo.

Yongbok gritó y se vino con fuerza, sobre los jeans de Minho, quien soltó un gemido pesadamente.

-Mierda Yongbok, mierda, eso fue...

-Hazlo-dijo Yongbok, su voz sonaba atorada en su garganta.-Hazlo, lo necesito en mí... Dios, ¿quieres que lo chupe?

-Sí-dijo rápidamente Minho, cayendo de espaldas y sonriendo silenciosamente. Yongbok avanzó lentamente sobre sus piernas y tomó la erección entre sus manos, e inmediatamente estaba casi tragándosela.-¡Mierda!

Yongbok asintió, lamiendo alrededor del pene de Minho.-Yum-murmuró, con una mirada lasciva en su rostro.

Minho sólo inclinó su cabeza hacia atrás, se volvería completamente inútil después de que se viniera. Yongbok chupó con fuerza, aprovechando toda la humedad de su miembro, y cuando tragó la primera vez, Minho sintió como su estómago ardía y se corrió duro contra la lengua de su hermano.

Yongbok lo tragó todo, primero luchando por aire y después lamiendo alrededor de sus labios. Minho retrocedió contra la cama y pronto su hermano avanzaba muy lentamente, abrazándole cerca.

Ambos estaban pegajosos, con sudor, restos del orgasmo y aún semi vestidos.

-Mierda-gruñó Minho.-Me has dejado hecho un desastre.

Yongbok suspiró feliz y se acurrucó más cerca.-Dios, Minmin, estabas tan irritado en el club...

-Tú hiciste que me irritase-dijo Minho. Apretó a Yongbok con fuerza y yacieron en silencio por uno momento.-Um... ¿te diste cuenta que Chan actúa extraño?

-No-dijo Yongbok, bostezando.-¿Por qué?

-Él casi nos vio, estoy seguro que sospecha algo-dijo Minho.-No creo que sea un gran problema, probablemente estoy paranoico.

Yongbok no respondió, sólo besó la garganta de Minho.

-¿Alguna vez sientes preocupación por ello?

Yongbok gruñó.-Por supuesto, Minho. Yo sólo... Estoy cansado y medio ebrio. ¿Podemos hablar en la mañana?

-Sí-dijo Minho silenciosamente. Sabía que probablemente no lo harían.

Se quitaron el resto de sus ropas y se cubrieron con las mantas, desnudos y sudorosos. Yongbok se acurrucó alrededor de su brazo y Minho cerró los ojos. No podía dejar de pensar en Chan, y repentinamente, su madre asaltó su mente

-Oh, no.

-¿Cuál es el problema?-Yongbok se acurrucó contra Minho y suspiró.

-Nada-tragó y trató de despejar su cabeza. Estaba feliz, todo estaba bien.-Sí, nada.

-De acuerdo-dijo Yongbok, despacio. Cerró sus ojos y puso su cabeza sobre su brazo.

Por unos minutos hubo silencio.

-¿Yongbok?

-¿Sí?

-¿Nunca has pensado que mamá lo sabe?

Yongbok frunció el ceño.-Hemos sido muy cuidadosos con eso. Min, hablamos mañana.

-Sí, está bien-Minho trató de olvidarse de todo aunque fuera por un segundo, pero no ayudaba sentir que no habían sido lo suficientemente cuidadosos.

don't tell mom 🗝️-minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora