Cincuenta y dos

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Yuqi entró al club rápidamente, echando un vistazo a su reloj y resoplando. El tráfico había estado horrible y llegaba tarde. Odiaba llegar tarde.

Y no había visto a sus hijos en meses. Se sentía nerviosa, pero aún más, se sentía estúpida por sentirse nerviosa. Eran sus hijos, no importa lo que pasase.

-Buenas tardes-dijo un señor parado detrás de un podio, tomando notas.-¿Puedo ayudarla, señora?

Yuqi se deprimió; odiaba que la llamaran "señora".

-Sí, mis hijos deberían estar aquí...

-Oh, usted es la señora Lee-dijo el hombre, sonriendo.

Yuqi se erizó otra vez.-Sí-dijo con los dientes apretados, ni siquiera molestándose en corregir al hombre.-¿Dónde están los muchachos?

-Oh, ellos... están teniendo un intercambio de opiniones-respondió, frunciendo el ceño.-Les dejé solos. Aunque les vi entrar a los baños. Justo por allá.

-De verdad-dijo Yuqi sin expresividad. Su estómago daba vueltas y suspiró, cerrando los ojos momentáneamente. Eso no significaba nada, ellos siempre estaban discutiendo, y que entraran juntos al baño no significaba... nada.-Bien.

-Pero han estado allí durante veinte minutos más o menos. Tal vez no los vi salir-continuó el hombre.

Yuqi apretó los labios.-Gracias, señor. Voy a esperarlos aquí.

-¿Qué piensa del lugar?-preguntó el hombre.

-Hermoso-dijo Yuqi rápidamente. Estaba a punto de buscar un lugar para sentarse cuando sus hijos salieron tropezando del baño, riendo, molestándose y empujándose. Yuqi alzó sus cejas. El rostro de Yongbok estaba sonrojado, su cabello desordenado y Minho lucia... satisfecho.

-¡Mamá!-gritó Yongbok separándose de su hermano y corriendo para darle un abrazo.

Yuqi se dejó envolver por Yongbok y le devolvió el abrazo, tratando de no notar lo sudoroso que él se sentía.-Hola, cariño-dijo suavemente, alejándose un poco y mirando a su hijo. Miró por sobre el hombro de Yongbok y vio a Minho. La expresión en la cara del mayor de los gemelos le recordó con vaguedad la misma mirada que él le había dado cuando eran niños y ella salía por la tarde, dejándolos con una niñera.

La mirada en la cara de Minho decía "mío", y Yuqi dejó ir a Yongbok.

-Hola, Minho-saludó a su otro hijo.-Dame un abrazo, ¿sí?

Minho finalmente dejó ir una diminuta sonrisa al abrazar a su madre.-Luces bien, mamá.

-Entonces, chicos-dijo ella con un ligero tono de desaprobación. Yongbok se sonrojó un poco con la mirada que le dio y Yuqi hubiera querido decir algo, hacer algo.

Pero, ¿qué podría decir que ya no hubiera dicho? ¿Qué podría hacer? Ya eran adultos, y no podría controlarlos nunca más, aunque sabía que, la verdad, nunca había tenido el control.

Así que, Yuqi se lo tragó y mantuvo la boca cerrada.

-Veamos el lugar-dijo.

Yongbok soltó un gritito de entusiasmo y la tomó de su brazo llevándola por el club mientras, detrás, Minho los seguía con lentitud, sacudiendo la cabeza.

don't tell mom 🗝️-minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora