Quince

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Los ojos de Yongbok se abrieron de sobre manera y finalmente lo entendió. Entendió el por qué Minho estaba tan ansioso por tener sexo con él.

Abrió la boca y apenas pudo acallar sus gritos con la almohada. Estaba apoyándose en sus manos y rodillas,con el trasero al aire. Minho tenía cuatro dedos dentro, tocándole y presionando algo que hacía que perdiese la cordura.-¡Ugh!-sus piernas temblaban mientras su hermano le tocaba.

Tres días para que llegase la navidad, tres días para que Minho realmente le diese lo que quería darle. Estaba sudando y su estómago dolía mucho. Su hermano le tocó de nuevo y vio estrellas blancas y resplandecientes detrás de sus párpados cerrados.

-Por favor, por favor-murmuró una y otra vez.Pensó que podía correrse o morir. Ni siquiera registraba el dolor, no con el ciego y aterrador placer recorriéndole. Estaba terminado.-Fóllame.

Los dedos de Minho se congelaron.-¿Qué?

-Fóllame...-la respiración de Yongbok estaba muy pesada e irregular.-Fóllame. Debes hacerlo.

-Yongbok-susurró Minho. Empujó sus dedos más.-¿Hablas en serio?

El menor le miró sobre su hombro, su cabello pegado a su frente.-Te necesito. Lo necesito. Minmin, Minmin, hazlo.-Hizo que su trasero retrocediera y que el brazo de su hermano se curvara.-¿Minho?

El sexo de Minho se retorció con necesidad. Yongbok estaba rogándole para que le follara. Estaba rogándole que pusiera su pene dentro de él. Rogando. Casi se cae hacia delante, no podía creerlo.

-¿Realmente quieres?-retiró sus dedos con cuidado.

-Yo...-jadeó Yongbok, retrocediendo de modo que los dedos húmedos estuvieran dentro de él, de nuevo.-Necesito sentirte. Voy a hacerlo muy bien. Lo prometo.

Minho cerró los ojos. Tres días. Tres días hasta navidad. Tres hasta que él realmente pudiera follar a Yongbok. Eso no era real.

-No-respondió por fin. Sacó sus dedos y acarició la espalda baja de su hermano.-No, tenemos que esperar.

-Mírate-dijo Yongbok con un toque de pánico en su voz.-Mírame. Estoy listo, Minho.

-No lo estabas hace unas semanas, cuando yo quería.-Contestó con calma.

-Tú... Yo...-Yongbok se giró se echó de espaldas; su miembro duro y húmedo.-Mírame.

-Puedo verte-se adelantó y le dio un suave beso en la mejilla.-Esta vez fue agradable, ¿no?

Yongbok volteó su cabeza, respirando pesadamente.-Sí.

-Lo sentí, toqué algo que se sintió bien. Un punto pequeño...tu pequeño punto.

Yongbok gimió.-Tócalo de nuevo.

-Voy a sentirme tan bien cuando esté ahí dentro-dijo Minho. Se echó sobre Yongbok,presionando su cuerpo hacia abajo. Con una mano le tomó el mentón y le besó profundamente, y con la otra, se bajó el boxer. Se friccionó entre las piernas, su sexo enterrándose en el estómago y muslos de Yongbok.-Cuando te lo meta, voy a hacerlo tan profundo que voy a tocar tu pequeño punto.

Yongbok se retorció, arqueándose hacia arriba y besando a Minho con dureza.-Ahora, Minmin, duele.

-No puedo abrir mi regalo antes-respondió el mayor, a pesar de que lo que más quería en el mundo era hacérselo lo más pronto posible. Se imaginó corriéndose dentro de Yongbok y embistió con fuerza a un ritmo rápido y brutal.-Esto es lo que voy a hacerte.

Yongbok chilló pero dejó que Minho se moviera sobre él. Pronto ambos estarían retorciéndose juntos, sin aliento, agarrándose a las sábanas, al otro, algo.

-Quiero que te corras dentro de mi-gimió.-Por favor.

Minho hizo que sus dientes rechinaran y eyaculó, justo entre las piernas de su hermano, manchando sus muslos y su ingle con el semen. Yongbok se retorció bajo él y Minho esparció algo de semen en el esfínter y presionó dos dedos húmedos hacia dentro.

-Está en ti-dijo adentrando sus dedos con fuerza.

Yongbok gritó y se corrió instantáneamente, dejándose caer pesadamente y con los ojos muy abiertos.

-Mierda-Minho limpió el estómago de su hermano y pateó el cubrecamas.-Debes irte.

Su hermano había sido ruidoso, demasiado. Yongbok se sentó, temblando.-¿Tengo que hacerlo?

Minho asintió. Su madre subiría las escaleras en cuestión de minutos, pensando que el menor tendría otra de sus pesadillas. Ella los encontraría juntos, cubiertos de semen y apartaría a Yongbok lejos de él. Sus ojos se oscurecieron y apuró a su hermano fuera de la cama.

-Tres días-dijo y Yongbok sonrió, inclinándose hacia él y dándole un beso en la mejilla.

-Tres días.

don't tell mom 🗝️-minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora