Cuarenta y cuatro

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Yuqi cruzó el césped y caminó hacia su casa. Estaba oscuro y silencioso, y vio los zapatos de Yongbok directamente en el vestíbulo. Los tomó, por hábito, y luego se dirigió hacia la habitación de su hijo.

-Bokkie-dijo suavemente, empujando la puerta de madera que estaba abierta. Vio que la cama estaba vacía, y su pecho se encogió. Sin otro pensamiento, fue directo a la habitación de Minho y empujó la puerta.

Yongbok estaba enrollado en la cama de su hermano, enredado entre las mantas, y de espaldas a Yuqi.

-¿Minmin?-dijo despacio.

Yuqi suspiró.-Yongbok.

-¿Mamá?-Yongbok rodó sobre sí mismo rápidamente y se sentó. Sus ojos estaban inyectados en sangre y le miró cansado. Salió de la cama, poniéndose en pie.

-Siéntate, Bok-los hombros de Yongbok se hundieron y se sentó al borde de la cama.-¿Te importa si yo también me siento?-el chico se encogió y Yuqi se sentó junto a él sobre el colchón.-¿Qué pasó allá?-preguntó cuidadosamente.

Yongbok desvió la mirada.-No me sentía bien y no quise arruinar tu fiesta.

-Yongbok, dime la verdad-ella no quería presionarlo, pero necesitaba hablar con su hijo. Necesitaba resolver las cosas, deseaba sentirse mejor respecto a su relación con él.

-Mamá-se quejó.-La chica, Lia, era una enorme perra conmigo en la escuela, la mitad de... la mayor parte de los chicos allí lo era. Es duro estar alrededor de ellos.

Yongbok sabía que aquella únicamente era la mitad de la verdad, pero no quería explicarle a su madre cuánto le molestaba ver a su hermano con alguna muchacha. Sabía que Minho no la quería, estaba seguro de ello, solo no le agradó como su madre la lanzaba hacia su hermano.

-Tenemos que hablar, cielo-dijo Yuqi, luego de un incómodo silencio.

-¿Por qué?-preguntó Yongbok.-¿Qué tienes que decirme?-se sentía nervioso y no sabía el por qué, sólo era consciente de que nunca había visto a su madre mirarlo de esa forma antes. Ella lo veía con... lástima.

-No puedes enojarte por Minho-dijo Yuqi, con voz neutra.

-Mamá, no es eso, te dije que yo...

-¡Él no siempre va a estar allí para ti!-estalló Yuqi. Trató de calmarse, pero sentía las emociones abrumarla.-¡Va a tener su propia vida, Yongbok! Una familia, una esposa, niños. ¡Y tú también! Ustedes dos necesitan... seguir adelante.

Yongbok sólo pudo mirarla fijamente.-¿Qué?

-Sé que crees que siempre estarán juntos, pero cariño, así no es como son las cosas-dijo. Puso una mano sobre el hombro de Yongbok y apretó.-Es una idea encantadora, pero no es realista.

-No lo digas-dijo Yongbok, sintiendo sus ojos arder. Se alejó de su madre, sosteniendo una mano contra su pecho,-Min no va...

-Ustedes dos se harán daño mutuamente, aferrándose a algo como esto-aseveró ella.-No puedes dejarle controlar tu vida.

Yongbok se giró, lejos de ella, sintió una lágrima sobre su mejilla.-Lo amo-susurró.

Yuqi acarició su espalda y esto lo hizo sentirse enfermo.

-Volvamos allá, bien, ¿cariño?

Yongbok se encogió y sacudió su cabeza.-No puedo. Perdón, mamá, pero mírame. No puedo volver allí. Estoy demasiado cansado y...

Yuqi miró a su hijo, lucía absolutamente miserable y aún cuando ella quisiera empujarlo a la normalidad, simplemente no podría. No esa noche.-Yongbok, me gustaría que lo reconsideraras. Sólo se cumplen cuarenta una sola vez-dijo ella, dándole un codazo amistoso.

don't tell mom 🗝️-minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora