don't tell mom 🗝️-minlix

Dieciocho

Minho dejó su guitarra y le echó un vistazo al reloj. Faltaban diez minutos para la medianoche. Ambos estaban tarareando una melodía.

-Shh, Yongbok-ah-susurró Minho.

-¿Hmm?-Yongbok parpadeó.-Pense que ya teníamos algo allí.

-Lo teníamos-el mayor apuntó el reloj.

-Oh-la cara de Yongbok se tornó rojo brillante.

-Quiero tocarte ahora-dijo y su hermano jadeó con suavidad.

-¿Cómo?

Minho gateó hasta posicionarse encima de Yongbok, forzándolo a acostarse en el colchón.-Dentro de ti.

Yongbok se retorció debajo de Minho, poniendo una mano dentro de lo boca de su sorprendido gemelo.-Yo también quiero, sólo necesito...traer algo.

-¿Qué?

Yongbok saltó fuera de la cama y agarró la pequeña bolsa que se había traído de su dormitorio. De ella sacó una pequeña botella de loción y se la enseñó tímidamente a Minho.-Vamos a necesitarlo para...ya sabes.

Su hermano lució confundido.-Para...-sus ojos se abrieron, entendiendo.-Oh.

-Sí, de otro modo dolería. Mejor dicho, va a doler.

-Voy a hacer que no duele-dijo Minho a medias inseguro, a medias seguro.-Voy a hacer que te sientas bien.

-Sé que lo harás así-le apoyó.-Por lo menos eso espero.

-Será así-declaró Minho con firmeza.-En serio, así será... Espera, ¿de qué estamos hablando?

Yongbok rió con nerviosismo.-Que, uhm, no va a doler cuando...lo hagas.

-Oh-suspiró profundamente.-Mierda, no sé.

Yongbok asintió y se aproximó a su gemelo, agarrando la botellita.-Min.

-Qué.

-Ese reloj es lento... Probablemente ya sea navidad desde hace unos minutos.

Minho sonrió con lentitud.-Estás retrasándote.

-Oh dios, no lo sé-contestó, sus ojos centellando con pánico.-No sé si pueda hacer esto.

-Bok...-Minho arrastró el nombre, con el ceño fruncido. No quería forzar a su hermano y se le ocurrió una idea.-Está bien, supongo que yo tampoco puedo.

-¿Minho-ah?

-Buenas noches.

Yongbok tocó su hombro.-No voy a caer en eso.

Minho hizo un sonido que fue un evidente ronquido falso.

-¡Minho!-se quejó Yongbok, gateando hacia él y obligándole a que se volteara.

Minho mantuvo sus ojos cerrados y continuó roncando.

-No puedes devolver un regalo-se montó de horcajadas en sus caderas y jaló la parte superior de su pijama por su pecho. Lanzó la camiseta al piso.-Tendré que desenvolverlo por ti.

Al escuchar eso, los ojos de Minho se abrieron.-No puedes abrir mis regalos, Yongbok, eso no es agradable-se puso encima de su hermano y se volvieron un enredo de miembros retorciéndose al pie de la cama desplegada.

Jugaron un poco, Yongbok tratando de quitarse el pantalón y Minho maldiciéndole y tratando de mantener la prenda en su lugar.

-Detente-dijo Minho con firmeza.

La pijama de Yongbok estaba a mitad de sus muslos, dejando a la vista sus caderas y vientre. No estaba usando nada debajo.

-Yongbok-suspiró. Alzó el pantalón y tocó con delicadeza el sexo de su hermano.-Compórtate.