El Test (parte 1)

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Su espalda golpeó con fuerza contra la pared. Uraraka no sabía en qué preciso momento Bakugou la había bajado de su hombro para colocarla frente a él. Todo había sido muy rápido, y ahora se encontraba aprisionada con fuerza entre la pared del pasillo y su novio, que no dejaba de besarla apasionadamente, costándole incluso respirar. El cenizo no le iba a dejar ni un segundo de tregua, él había ganado, así que ahora, era suya. Un escalofrío recorrió la espalda de Uraraka al pensar lo que Bakugou podría hacerle, sabía que no le haría daño, pero que reinos de placer iban a experimentar esa noche que no hubieran probado ya.

Katsuki – Esta camiseta que llevas... ¿Es de tus preferidas? – dijo retomando el aliento.

Ochaco – No, es una normal – dijo extrañada ante la pregunta en aquel contexto.

Katsuki – Perfecto – puso su mano en la camiseta y la hizo estallar en mil pedazos dejando el pecho desnudo de Uraraka frente a él – Así mucho mejor.

Ochaco – sorprendida de que aquella explosión no le hubiese causado ningún daño - ¿Y si fuese de mis favoritas?

Katsuki – Te habría comprado otra igual – dijo antes de abalanzarse como un animal al pecho desnudo de su novia para devorarlo.

Ochaco – Eres un animal – dijo un poco enfadada.

Katsuki – Shh... - dijo poniendo un dedo en la boca de Uraraka para que se callase – Vas a hacer lo que yo te diga, eres mía, así que más te vale obedecer – quitó su mano de los labios de la chica y la agarró por el mentón, levantando levemente la cabeza para que sus miradas se conectaran – Ahora cállate.

Uraraka asintió con la cabeza. A la castaña le sorprendía un poco la actitud tan ruda y dominante de Bakugou pero supo de inmediato que se trataba de parte de su papel para aquella noche, él tendría todo el control, así que obedeció sus órdenes al pie de la letra, sin rechistar, solo dejándose llevar por el deseo y el placer.

Mientras seguía contra la pared, desnuda de cintura para arriba, Bakugou comenzó lentamente a besarla desde el cuello hasta el ombligo. Cada beso era caliente y podía notar como aquella peregrinación hacia sus partes bajas iba a dejar un viacrucis de mordiscos y chupetones que le costaría semanas borrar, pero se sentía tan bien, que no hizo nada por evitarlo. Cuando el cenizo llegó a la barrera del pantalón, hizo exactamente lo mismo que había hecho anteriormente y explotó la prenda dejando completamente desnuda a Uraraka en el acto. Él se encontraba de rodillas frente a ella y lo primero que hizo fue dar un largo lametón a la parte exterior de su intimidad, causando un escalofrío en la castaña.

Una sonrisa cargada de lujuria apareció en la cara de Bakugou al ver la reacción de su novia. Iba a ser una noche larga, en la que él la sometería por completo y sin piedad, esperando causarle a la chica de gravedad cero un placer inigualable, demostrándole una vez más, quien era el mejor. Sin darle tiempo a reponerse del escalofrío, paso una de las contorneadas piernas de la chica por encima de su hombro, dándole así facilidad para llevar a cabo su plan. Comenzó jugando con sus dedos en la intimidad de la chica, esta se humedeció al instante, dándole vía libre para que introdujera los dedos. Bakugou empezó a mover los dedos al mismo tiempo que acercaba su lengua para jugar con su clítoris.

La mano de Uraraka se posaba en el pelo cenizo de Bakugou tirando con fuerza cada vez que el placer la invadía. Bakugou siguó con aquellos movimientos hasta que notó como sus dedos eran apretados en el interior de su novia, el orgasmo estaba cerca, así que intensificó la presión de su lengua y dedos hasta que finalmente consiguió que Uraraka soltase un sonoro gemido de placer.

Katsuki – Esto no ha hecho más que empezar, Cara de Ángel – dijo el explosivo mientras con su lengua lamía los dedos que anteriormente habían estado dentro de Uraraka.

Tren ExplosivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora