Tren Explosivo

El concierto (Parte 2)

Juzo Honenuki se encontraba a escasos centímetros de Uraraka, su cara estaba totalmente ruborizada. Apestaba a alcohol. La castaña se encontraba totalmente sorprendida al verlo tan cerca de ella.

Ochaco – ¿Juzo? ¿Te encuentras bien? – dijo mientras ponía su mano en el pecho del chico para separarlo un poco.

Juzo – Ochaco... yo... - tomó la mano de la chica – Yo... ¿Quieres bailar?

Katsuki – ¡Aparta tus manos de mi chica cara esqueleto! – dijo interponiéndose entre los dos haciendo que Honenuki cayese al suelo.

Ochaco – Katsuki, ¿Qué haces? ¿No ves que está borracho? – dijo enfadada.

Katsuki – Me da igual, nadie toca a mi chica.

Ochaco - ¿Tu chica? ¿TU CHICA? ¿Cuál de ellas, maldito idiota? – empezó a gritar haciendo que todos la miraran.

Katsuki – tomándola del brazo – Salgamos de aquí.

Bakugou arrastró a Uraraka al baño para poder hablar con ella. No entendía el reproche que le acababa de hacer. Intentó besarla, pero ella lo apartó. La abrazó, pero nuevamente ella se separó.

Katsuki – ¿Se puede saber qué coño te pasa? – dijo en tono enfadado.

Ochaco – ¿No te basta conmigo, que tienes que rematar la faena con la rubia esa? No lo niegues, te he visto salir del otro reservado después de ella – dijo mientras notaba como dejaba escapar algunas lágrimas.

Katsuki - ¿Eso es lo que crees que pasó? ¿De verdad crees que no me llega contigo? – sin piedad atacó los labios de la castaña - ¿Te crees que sería capaz de tirar por la borda esto?

Ochaco – separándose del chico explosivo – ¿Pues entonces que hacías con ella allí?

Katsuki – Evitar que un amigo siga jodiendo su vida (¿acababa de referirse a Todoroki como amigo?)

Ochaco - ¿Qué?

Katsuki – No debería contarte esto, pero el bastardo ya lo ha arruinado todo, deberá ser responsable de las consecuencias... Debes prometer que no lo vas a contar.

Ochaco - ¿Pero de que hablas? – seguía enfadada ante la falta de información.

Katsuki – Verás... el Bastardo Mitad y Mitad engaña a Yaoyorozu – dijo como liberando un peso de su espalda.

Ochaco – Eso es imposible. Si vas a darme una excusa de por qué estabas con la rubia, espero que sea algo mejor que eso.

Katsuki – Deberías saber que yo no miento. Si no me crees, sal de aquí y ve a comprobarlo tú misma. El Bastardo sigue en el reservado.

Uraraka salió a toda prisa del baño para ir a comprobar el reservado. Allí se encontró al bicolor con la cara hundida en sus manos y sollozando. Se sentó a su lado y pasó uno de sus brazos alrededor de los hombros de su compañero. Bakugou se encontraba de frente presenciando la escena.

Shoto – No te acerques Uraraka, soy una mierda de persona. Aléjate de mí.

Ochaco – Pero Shoto... ¿Por qué haces esto?

Shoto – No lo sé. No puedo evitarlo. Soy una mierda.

Katsuki – Te advertí Bastardo Mitad y Mitad – dijo el explosivo – Tranquilo, la Cara Redonda y yo no diremos nada, pero debes hablar con Momo.

Ochaco – asintiendo – Debes hablar con ella.

Shoto – Ella me dejará.

Katsuki – Es lo que te mereces bastardo.