Tren Explosivo

Investigación

La palabra que mejor definía el estado de Uraraka era, sin duda, cansada. Durante la misión de rescate había llevado su poder al límite para salvar a todos los civiles posibles y eso le acarreaba grandes problemas a la castaña, vómitos, dolor de cabeza y mucho mucho cansancio. Así que en cuanto cayó en la cama la noche anterior se rindió en los brazos de Morfeo. Bakugou sabía que su chica necesitaba descansar, y lo necesitaba con urgencia, por tanto, cuando sonó el despertador intentó hacer el menos ruido posible para evitar despertarla, pero a quien quería engañar, debería caer un avión del cielo para despertar a la dormilona de su novia.

El explosivo se vistió para ir a la agencia, ese día no tenía patrullaje, pero se había propuesto investigar, así que le esperaba una mañana de llamadas y correos electrónicos a todas las agencias que habían enviado héroes a la misión, para que le enviaran los informes. Era un trabajo tedioso, pero por suerte, su secretario le ayudaría. Se despidió con un beso en la frente de la castaña y se fue al centro en su maravilloso deportivo negro.

Sin duda, lo mejor que había hecho Endeavor antes de dejar la cima del top de héroes, fue nombrar a los tres primeros como Símbolos de la Justicia y la Paz, y de esta forma no dejar todo a una sola persona. Deku, Ground Zero y Shoto eran los actuales símbolos y eso tenía beneficios, no solo económicos por supuesto, sino que cuando alguno de los tres necesitaba ayuda en algo, las agencias se desvivían por poder ayudar. Gracias a eso, fue bastante sencillo para Bakugou conseguir los informes que necesitaba para investigar. Su secretario, un joven que llevaba un par de años trabajando para él (primero en las prácticas de la UA y posteriormente contratado por recomendación del propio Ground Zero), había organizado todo el papeleo en carpetas y había buscado las fichas de todos los héroes que habían acudido a la misión.

Bakugou salió de la agencia poco antes de la hora de comer con una caja llena de carpetas, listados y fichas. Introdujo todo el material en su coche para volver a casa, pero la figura de un hombre rubio, alto y delgado se plantó delante de él. Suspiró con hastío, llevaba toda la mañana escapando de él. Best Jeanist hizo un gesto con su mano para que se acercará y Bakugou acató la orden sin rechistar.

Katsuki – ¿No deberías estar descansando, viejo? – dijo con las manos en los bolsillos de su chaqueta vaquera.

Jeanist – suspirando – Los modales nunca han sido tu fuerte, Katsuki – dijo mientras se colocaba el flequillo, estirando el pelo con dos dedos.

Katsuki – ¿Tienes algo que decirme, o puedo irme a mi casa ya? – dijo colocándose enfrente de su jefe – Tengo cosas que hacer.

Jeanist – Supongo que esas cosas tendrán que ver con el hecho de que el pobre Miru haya estado toda la mañana llamando a las agencias y recibiendo informes... - cerró los ojos y movió su cabeza negando - ¿Qué es lo que se te ha ocurrido hacer ahora?

Katsuki – Es la misión de rescate, hay algo que me huele mal – desvió su mirada a un lado – Es una corazonada.

Jeanist – Katsuki, Katsuki... – dijo sobándole el pelo al cenizo, cosa que odiaba que Jeanist hiciese, pues siempre trataba de peinarlo como a un pijo – Más te vale encontrar algo, no puedes molestar a todas las agencias cuando te viene en gana.

Katsuki – Puedo y lo haré siempre que quiera – empezaba a enojarse – Soy el héroe número 2, y uno de los malditos Símbolos.

Jeanist – Oh pequeño Katsuki, ese estúpido ranking siempre ha traído más problemas entre los héroes que beneficios... - dijo dándose la vuelta para marcharse – Quizás deberías hablar con el Director Aizawa sobre los quirks de los alumnos recién salidos de la academia – dejó esa reflexión al aire como si supiera algo del tema, pero que no compartía del todo con su pupilo.