El resurgir de la Liga

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Flashback (un año atrás)

Un hombre de treinta y pico años camina con un café caliente en su mano y el periódico bajo su brazo. Se dirige al mismo sitio que frecuenta diariamente desde hace meses, un banco frente al edificio de la Agencia de Héroes Endeavor. Gafas de sol oscuras y una mascarilla tapan su rostro. Se sienta en el banco y abre su periódico, pero realmente no le interesan ni lo más mínimo las noticias, todo su interés se centra en la puerta del gigantesco edificio. Una anciana se sienta a su lado y bebe un sorbo del café caliente del joven.

Anciana - ¿No te cansas de venir todos los días, Dabi? – dice sin mirarlo.

Dabi - ¿Y tú no te cansas de dejar secas a viejas? – dice arrebatándole el vaso de café – Entiendo que para ti es fácil camuflarte con tu don, pero ¿siempre tienes que ir a por las viejas?

Himiko – Nadie se preocupa por una pobre anciana que se muere sola en su casa – dijo mientras sus ojos se tornaban de ese color dorado característico - ¿No te gusto así?

Dabi – Maldita psicópata – dijo el hijo mayor de Endeavor acabándose su bebida.

Una pareja de jóvenes sale de la agencia por la puerta principal, captando la atención de los que estaban en el banco. Dabi abre los ojos de par en par al ver a su hermanito pequeño dar un cachete a aquella rubia de magníficas curvas, mientras ella ríe coqueta y le tira un beso antes de alejarse andando.

Himiko – Parece que tu hermano tiene un nuevo juguete – dijo sacando una pequeña navaja – Quizás pueda quitarle un poco de sangre a esa preciosidad y hacerme pasar por ella – Dabi ahora observaba a su compinche con ojos de rabia – Y podría comprobar si tu hermano es mejor que tú en la cama.

Dabi – Haz lo que quieras – dijo intentando restarle importancia.

Himiko – No tiene gracia si no te enfadas, Dabi querido – dijo levantándose para irse – Por cierto, nuestro contacto en la UA nos ha avisado de que hay un mocoso interesante.

Dabi – Espero que resulte mejor que la última vez que secuestramos a un alumno... - doblando su periódico y levantándose para marcharse también.

Himiko – Creo que este te va a gustar, no va a hacer falta secuestrarlo – dijo dándole la espalda al de pelo negro – Ha pedido una cita, te espera esta noche en el local.

Himiko Toga, transformada en una ancianita, desapareció del lugar después de darle la información a Dabi, mientras ese siguió sentado en el banco un par de minutos más, con una sonrisa bajo su mascarilla. Después de largos años de silencio, actuando en la sombra y con un perfil bajo, parecía que sus planes comenzaban a dar frutos. Miró al enorme edificio que se encontraba frente a él, e imaginó como pronto todo aquello que su padre había construido se vendría abajo, arrastrando los privilegios de la sociedad de héroes. Rio con fuerza ante aquel pensamiento y no pudo evitar que pequeñas llamas azules escaparan de sus palmas, quemando las páginas del periódico.

Aquella noche, Dabi conoció al joven estudiante de la UA. A primera vista no era nada impresionante. Aquel joven de 17 años era un chico más bien bajito, una mata de pelo negro cubría parte de su rostro, y vestía ropa de color oscuro. Por lo menos no había aparecido con el estúpido uniforme de la UA. El chico se encontraba sentado frente a él en una silla de madera que parecía que podría quebrarse en cualquier momento, mientras que Toga, ya con su aspecto normal, pasaba una de sus navajas con suavidad por las mejillas del chico para intimidarlo un poco. Mr. Compress se encontraba de pie detrás de Dabi. Los dos hombres se rieron por lo bajo al ver como Toga se sentaba encima del joven y pegaba su cara muy lentamente, mientras seguía con una de sus navajas en el cuello del de pelo negro.

Tren ExplosivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora