CAPITULO 26

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Ezequiel me pidió que yo cuidará de Sacha antes de su última internacion, la definitiva

Lo llevé a casa, traté de cuidarlo tan bien con el, de llevarlo a caminar todos los días. Pero en mi casa en esos días todos estaban muy nerviosos, Sacha también

Rompió varias de las plantas de hierbas de mamá y terminó en el campo de la abuela

Yo rogue, lloré e implore, fue inútil. Ezequiel todavía no había muerto y a mi se me negaba cumplir con una de sus últimas voluntades

Nos pusimos de acuerdo con que nadie se lo diría, Ezequiel nos preguntaba por Sacha cada vez que nos veía, nosotros contestabamos que estaba bien.

A pesar de tranquilizarlo a el, nadie pudo tranquilizar el daño que produjo en mi consciencia el tener que mentirle a mi hermano moribundo

Los ojos del perro siberianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora