CAPITULO 8

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Ezequiel me observó un buen rato y siguió acariciando a Sacha

PorquetengoSIDA PorquetengoSIDA
PorquetengoSIDA

La frase me retumbaba en la cabeza

PorquetengoSIDA PorquetengoSIDA PorquetengoSIDA

Yo tenía la boca abierta y una expresión de alelado total

-¿Como te contagiaste?- pregunte con un hilo de voz

Me miró fijo. Tenía un brillo en los ojos que yo conocía bien. En ese momento me di cuenta cuánto se parecía a mi padre. Mucho más de lo que cualquier de los dos fueran capaces de admitir

-Bien, bien. Por fin nos sinceramos. Acá tenemos a un futuro criador de perros. ¿Te mandó tu padre?-

Hizo silencio un momento, yo no me sentía capaz de balbucear nada

-¿Acaso tiene importancia como me contagie?- continuó- Digno representante familiar hacer una pregunta tan imbécil. ¿Qué estas esperando que te diga? ¿Qué soy gay? ¿Drogadicto? ¿Que me contagió el dentista, eh? ¿Vos crees que eso tiene alguna importancia? Lo único que realmente tiene importancia es que me voy a morir, que no se cuanto tiempo de vida tengo. Y por más que viva eternamente nunca voy a poder tener una vida normal-

Estas siendo injusto conmigo -pense- Me escapé de casa para venir a verte, vos sabes muy bien que me puede pasar si papá se entera que estoy acá. Soy tu hermano, no tenes derecho a hablarme así. No te quería ofender, en serio, no sabía que hablar de esto te molestaba. Disculpame. ¿Gay, drogadicto? ¿De qué estas hablando? No te quería molestar

Pero dije: -Mejor me voy-

Y me fui

Los ojos del perro siberianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora