CAPITULO 7

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Aquella tarde, después de bajarme del colectivo (algunas paradas antes), me quedé dando vueltas por el barrió

Mi barrió, en el que que había vivido toda mi vida, me parecía distinto. Como una gran escenografía. Y yo era un actor, un actor de reparto

Me sentía liviano y pesado a la vez, si es que acaso es posible. Tenía frío y calor. Transpiraba y las orejas me ardían

Mucho más tarde de lo que debía me decidí ir a casa. Ensucie mi ropa deportiva para no levantar sospechas y traté de encontar alguna excusa convincente para explicar mi demora.

Nunca me habían pedido explicaciónes pero al saber que tenía que mentir me sentía en inferioridad de condiciones

En casa no había nadie. Encontre una nota en la puerta de la heladera explicando que mis padres habían salido, no recuerdo a donde. Y que la cena estaba en la heladera para calentar en el microondas. No cené

Subí a mi cuarto, tenía mucho que pensar. No se cuanto tiempo estuve así, tirado en la cama con la luz apagada. Hasta que sono el teléfono

-¿Hace mucho que llegaste? Creí que me ibas a llamar, ¿Como te fue?- obviamente era Mariano

-No, llegue recién- fue todo lo que atine a decir

-¿Y? Contame que te dijo-

-Nada... no...no estaba- mentí de la forma más convincente que pude

-¿Y porque tardaste tanto en volver?-

Así son los amigos, uno quiere estar solo, pensar, terminar una conversación y lo someten a uno a un interrogatorio

-Lo que pasa es que me perdí. Me perdí, no encontré la parada del colectivo para volver. Me fui caminando para el otro lado- realmente ni yo me la creí, mi voz estaba temblorosa, muy poco convincente

-¿Te pasa algo? Estas medio raro- insistió el

-Estaba yendo para el baño cuando sono el teléfono-

-Ah, bueno- Mariano se río- Anda tranquilo no quiero que te ensucies los pantalones por mi culpa. Nos vemos mañana-

Y cortó. Por fin

Tenía muchas cosas que pensar, muchas cosas que no entendía

Prendí la tele, buscando algo que me distrajera un poco. El lío que tenía en la cabeza era como un gran ovillo que no tenía ni principio ni final.

Al menos por el momento

Al menos para mi

Me encontré mirando "Tarzan en New York", una de esas tantas películas horribles, con uno de esos tantos tarzanes horribles

La historia era así: unos cazadores capturan a Chita y la suben en un barco. Tarzan se subía para ir a rescatarla y el barco lo llevaba a New York. Al llegar se tiraba al río y se trepaba al puente (ese que apacere en todas las películas) y se quedaba con expresión oligrofenia, mientras los autos pasaban y la gente gritaba cosas en un idioma que el no entendía. Después se enganchaba a una rubia fenomenal (Jane) y rescataban a Chita.

Pero eso no es lo que importa. Lo importante es que yo me sentía como tarzan

Desnudo y rodeado de cosas que no entendía

Los ojos del perro siberianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora