Una semana antes de cumplir los 13, Ezequiel me pidió que un día antes de mi cumpleaños fuera a su casa, que faltara al colegio si era necesario, pero que tenía que estar ahíLe pregunté porque, ese día me tocaba taller de periodismo y eso significaba ver a Natalia. Se lo explique, insistió
-Sorpresa, sorpresa- dijo, y no dijo nada más
Obviamente estuve allí
Me sirvió té con masas. Charlamos de vaguedades, yo estaba muy ansioso, quería saber cual era el motivo de tanto misterio. De repente se levantó y trajo el chelo. Se sentó. Y sin decir nada se puso a tomar la Suite No. 1 en Sol mayor de Bach
Yo ya la sabía de memoria, la escuchaba a diario en diferentes versiones: la de Pablo Casals, la de Lynn Harrell (mi preferida), la de Rostropovich
Ahora la escuchaba en la versión de Ezequiel
Es una pieza tan difícil de tocar bien, que solo los grandes chanelistas se animan a ejecutarla en público
Indudablemente la versión de Ezequiel no tenía calidad de las versiones que yo conocía, estaba más cerca de ser un ejercicio de digitacion, pero tenía tanto amor en cada nota, tanto sentimiento. Una Suite de tal complejidad sólo se puede ejecutar bien después de años de esfuerzo y con mucho talento
La versión de Ezequiel era puro sentimiento
Yo no paraba de llorar
Cuando finalizó nos abrazamos y lloramos juntos
La semana siguiente lo internaron por último vez
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Los ojos del perro siberiano
Random-Hay un cierto aire de verdad en los ojos de los perros siberianos. Como si supieran nuestros secretos