5: DUELO DESAGRADABLE

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Un nuevo día daba comienzo, una oscuridad rodeaba aún todo lo visible, era de madrugada y una joven de ojos dorados recién despertaba, ella vestía un bata de un bello color rojo con unos igualmente hermosos encajes color dorado.

Unos minutos pasaron en los que ella estuvo sentada sobre su propia cama como si estuviera sumida en sus pensamientos e ideas, hasta que segundos después decidió cambiarse a su ya clásico uniforme rojo.

Después de ello, se sentó frente a su espejo, uno de un tamaño considerable y equipado con todo tipo de accesorios de su uso personal, ella usando un peine empezó a desenredar su cabello azabache, para luego y usando ambas manos recogerlo usando su corona.

Ella dando los últimos toques noto como unos mechones aún estaban fuera de "lugar", cosa que la irritó aún que no en gran manera, al haber arreglado su cabello en perfecto estado se miró directo al espejo y sin decir palabra alguna frunció el ceño como si hubiese visto algo que le disgustara aun cuando todo se veía en perfecto estado.

Ella inició su recorrido.

Caminaba por el pasillo del barco que estaba próximo a su alcoba con un amanecer temprano y con un clima fresco, el ver ese amanecer le pareció lindo de alguna forma, ella empezó por alguna razón sentir algo extraño como si de nostalgia y alegría se tratara, un breve recuerdo de cuando ella y su familia solían irse de vacaciones a la playa Ember, claro en transportes marinos menos armados, pero sobre todo ella era invadida por sensación de añoranza venida de sus recuerdos que tenía cuando ella era pequeña y estaba junto a su madre y su hermano, al terminar ese recuerdo agridulce soltó un suspiro que cargaba algo de tristeza aún que ella tratara de mentirse a sí misma negando ello.

Sin darse cuenta había llegado a la cubierta a la parte más espaciosa en la cual ella solía entrenar, sin embargo, se topó con alguien más o menos inesperado.

-¿Qué haces en mi espacio de entrenamiento James?.- Preguntó la princesa.

El joven que en la cubierta se encontraba, se giró a gran velocidad y tras ver a la joven disparó sin decir palabra un disparo de fuego en su dirección.

Ella por su parte dio un paso hacia adelante bloqueando el ataque y como si de puro instinto se tratase contraatacó, el joven rival esquivó dando su respuesta con gran velocidad y haciendo gala de una buena velocidad, se acercó a ella mientras ella por su parte hizo lo propio acercándose con aún más velocidad y elegancia en sus movimientos, sin embargo y para su sorpresa en vez de continuar con el ataque el chico solo se posó frente a ella y poniendo su mirada en ella y con una mano sobre su mentón le dijo:

- ¡Mas lenta de lo habitual!, ¿Te sientes bien?, dijo el muchacho con un tono de "preocupación", mientras le sonreía de una forma algo peculiar.

- ¿Qué diablos fue eso?, pregunto la chica.

- ¿Eso?, pues un ejercicio para ti, ya sabes, si tú me has puesto prueba es justo que yo también quiera intentar corroborar si mi protegida puede valerse por sí misma y estar a la altura.

- ¡Por favor no hablarás enserio!, tu ataque fue el peor ataque sorpresa que he visto en toda mi vida, me atacaste con la sutileza de un maestro tierra.

-Talvez tienes razón, sin embargo, no podía darme el lujo de atacarte por sorpresa, viendo la mirada perdida que tenías, podría haberte herido y creo que sería vergonzoso si el que te hiriese en la misión fuese yo y no algún enemigo.

- ¡Como digas! - dijo mientras cruzaba sus brazos.

-Y a todo esto, ¿¡que rayos haces aquí!?, ¿no deberías estar en cama aún?

- ¡Bueno!, honestamente no podía dormir, tuve un mal sueño, así que decidí venir aquí para poder estirar un poco y para poder distraerme, pues sabía que vendría aquí- dijo esto último mientras con su dedo la señalaba

Azula: El Fuego y La Sombra■CANCELADA■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora