18: A SOLAS CON EL ENEMIGO

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Los soldados tierra decidieron darle una pequeña remodelación a su celda antes de dejarlo ahí, levantando inmensos muros de roca los cuales le impedirían moverse y explorar la catacumba con normalidad, reduciéndole sus posibilidades para sobrevivir, dado al limitado espacio que tendría el joven cautivo para moverse. Después de haber sido arrojado dentro de las subterráneas catacumbas de cristal, él no tardó mucho en derretir con facilidad las esposas que le retenían las extremidades superiores e inferiores, aunque al colocarse de pie pudo sentir un entumecimiento y hormigueo en su brazo derecho, no demoro mucho en percatarse del por qué de ello, el general y maestro tierra le había dislocado el hombro con su ataque constrictor, cosa que lo enfureció debido al punzante dolor que comenzaba a sentir.

- ¡Maldición, matare a ese maestro tierra apenas tenga la oportunidad!, se dijo asimismo dejándose llevar por su enojo, mientras con su mano sana palmaba su hombro en busca del hueso fuera de lugar, cuando por fin lo hallo no tardó mucho en hacer algo, por medio ligero masaje sumado al moderado calor de su mano relajo y estiro la zona afectada, solo para que dé un momento a otro y por medio un movimiento preciso acomodara de nuevo su articulación. Soltó un leve quejido al sentir el calor que le recorrió desde su hombro hasta la punta de sus dedos al de nuevo estar unido a su brazo correctamente, a pesar de ese inconveniente se sintió más aliviado al cabo de unos cuantos minutos.

Se sentó sobre el suelo para poder descansar por un momento, una vez sentado y más calmado él pudo ver el lugar en donde se hallaba, era un sitio oscuro, similar a una cueva, pero con la diferencia de que esta gruta estaba cubierta en por una gran porción de unas formaciones cristalinas de color verde fosforescente.

-Así que estas son las famosas catacumbas de cristal, se dijo James en voz alta, buscando escuchar al menos el sonido de su propia voz, pues el silencio de ese lugar era tan absoluto que resultaba incómodo de sentir.

James ya conocía sobre la prisión subterránea debajo del palacio del rey tierra, anteriormente él había conocido y combatido a uno de los miembros del Dai li más poderosos, la cual le comento sobre la existencia de tan horrible lugar.

Al ser un lugar cerrado y tan profundo en la tierra era imposible que los rayos del sol llegaran hasta ahí, lo cual iría reduciendo sus poderes de manera gradual a medida que pasaran las horas y los días, una decisión inteligente y premeditada, pensó él; los maestros tierra querían que sus poderes de fuego se redujeran lo suficiente antes de entablar un interrogatorio cara a cara con él.

-Lo mejor que podría hacer en este momento es reservar mis energías al máximo, necesito conservar la mayoría de mi fuerza lo más que pueda, para poder darle el tiempo suficiente a la princesa y que haga sus primeros movimientos, volvió a hablar para sí, mientras se acostaba sobre el suelo buscando acomodarse.

Una vez acostado se propuso a hacer lo más factible que podía hacer en ese momento, dormir para poder descansar lo más posible. Cerro sus ojos y estiro su cuerpo con libertad en el suelo, desde luego que el suelo era un lugar incomodo en el cual acostarse a dormir, o al menos ese sería el caso de alguien común y corriente, pero para el maestro fuego dormir en la tierra no era nada extraño, como soldado desde los 9 años solía dormir muy seguido en el duro suelo, a tal punto que incluso dormir en su propia cama le parecía extraño a veces.

Estando con los ojos cerrados pero aun despierto, recordaba y llegaban imágenes a su mente de la princesa Azula; cuando el general tierra buscaba romperlo con su prisión de rocas, ella al tenerlo de frente lo miraba de manera fija e intensa, sin quitarle los ojos de encima ni por un segundo, aun estando en tan desesperante situación ella había sabido controlar sus emociones y sus gestos faciales a la perfección, dando la impresión de no verse afectada, cosa que pudo engañar a todos los presentes, pero no a él, ya que fue el único capaz de leer los sentimientos que ella con esmero buscaba ocultar de la vista de todos. 

Azula: El Fuego y La Sombra■CANCELADA■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora