6: EL CIRCO

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La nave había zarpado con dirección a las colonias del sur del reino de la tierra, por órdenes del nuevo capitán, con el objetivo de reunir provisiones para continuar con la misión o bueno eso creía la mayoría en esos momentos.

Las horas habían transcurrido, la mayoría de los soldados de la tripulación se habían recuperado tras la batalla anterior y se encontraban nerviosos y avergonzados por la humillación que sufrieron en contra del "dragón del oeste", y al mismo tiempo temerosos de lo que les pasaría a ellos tras el fracaso en batalla.

Por otro lado, la joven princesa se encontraba en su alcoba sentada en una especie de tocador secando su cabello con una toalla, ya que ella habría necesitado de un baño tras caer al agua salada del mar, sin embargo y a diferencia de lo que cualquiera pudiera imaginar no parecía estar tan molesta, claro no al menos a primera vista.

- ¡Maldita sea!, ¡todo era perfecto!, decía mientras con un peine cepillaba su cabello.

No paso mucho tiempo hasta que su puerta comenzó a sonar, dos golpes suaves pero que gracias al materia de la puerta (metal) hicieron el eco suficiente para molestar a la chica.

- ¿¡Quién es!? Y ¿Qué quiere?, preguntó con indiferencia y algo de molestia mientras tenía su mirada fija en su propio reflejo, pues con su cabello estaba ya casi seco en su totalidad.

- ¡Princesa Azula!, ella reconoció la voz del otro lado de la puerta y le permitió el acceso.

- ¿Qué quieres James?, ¡no vez que estoy ocupada!, dijo algo irritada y notablemente molesta.

-Bueno me disculpo de ante mano por la interrupción, es sólo que venía a dejarle su cena, dijo algo apenado pues se sentía algo incómodo al estar en su habitación, ya que parecía a primera vista mucho más grande que cualquier otro lugar de la nave además de ser notablemente más lujoso.

- ¿Y por qué tú me la traes?, ¡ahora eres mesero a algo así!, dijo mientras observaba desinteresadamente su plató el cual contenía una ensalada y lo que parecía ser pescado pero preparado de una manera exótica.

-Bueno lo que pasa es que ninguno de los cocineros y cocineras en la cocina quería venir aquí, tenían miedo dé venir, y que usted aún siguiera enojada y tomará la decisión de tirarlo por la borda o algo peor, decía en tono de broma mientras ponía la bandeja con comida en una mesa de tamaño pequeño junto al tocador de la chica.

Ella empezó a jugar con la comida como si no tuviera apetito en aquel momento, y su mirada aun cuando estaba en el plato no parecía prestarle atención, como si estuviera demasiado hundida en sus pensamientos como para prestarle atención a la comida.

- ¿Piensas en lo pasó?, cuestiono el chico mientras se sentaba en su cama para poder hablar con ella a una altura parecida, sin necesidad de agacharse.

-¡¡Quítate de mi cama!!, reclamó ella sin voltear a verlo, pero molesta por la acción, y el con la misma velocidad con la que se sentó se puso de pie tras escuchar el reclamo.

-¡¡Lo siento, otra vez!!, dijo el mientras tomaba distancia del mueble de la princesa notablemente apenado.

Ella volteó a verlo con una mirada en la que se notaba enojó sin embargo esta ira se fue relajando poco a poco hasta que finalmente le dijo.

-Hace poco tomé una decisión, por consejo de mis maestras, continuaré la búsqueda de "esos dos", ¡solo que sin la tripulación!, pues viajar con toda una flota es demasiado obvio y seguramente los fugitivos me verían llegar a kilómetros de distancia.

Este solo se limitó a escuchar, mientras pensaba en que, si eso significaba que lo regresaría junto a los demás soldados, sin embargo, el aún tenía algo que lo incomodaba desde la derrota de horas atrás.

Azula: El Fuego y La Sombra■CANCELADA■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora