EL SELLO +18 - Carlota Xop

10. Consejo de guerra

Spam antes de seguir con la trama: El Vínculo ya dispone de instagram propio dónde colgaré contenido exclusivos e información adicional para la posible... ¿Saga?

No hago spoilers. Aquí el IG: www.instagram.com/sagaelvinculooficial

Vamos allá :)

***

CHARLY

Jugueteo con las gotas de agua deslizándolas como si fueran canicas entre mis dedos.

Mañana cumplen tres semanas de mi vínculo con Gabriel. Tres semanas desde que me fuí del Valle para buscar a mi predestinada pareja. He estado tan absorta en este sentimiento que apenas he pensado en volver a mi reino. Es fascinante como llegan a amarse los lobos, es una emoción tan puramente animal...

Sonrío ante las cosquillas de los peces de agua que ronronean en mis yemas.

- Ei. - el causante de mi falta de sueño se sienta tras de mí colocándome entre sus piernas para abrazarme. - Sabía que estarías aquí.

Sonrío achinando los ojos envolviéndome de su alegría por verme. Este lugar es lo más parecido a mi casa que he encontrado en estas tierras. Supongo que de forma inconsciente se ha convertido en mi refugio secreto.

Ladeo la cabeza dejando que bese mi mejilla. Suspiro esclava de su cariño y me acurruco en él dejando que me estruje.

Cuando estamos aquí en el claro, el tiempo se detiene. El agua estancada por el repentino invierno, reluce cristalina resistiéndose a la congelación. El verde de los árboles centella dibujando arcoíris en el suelo gracias al rocío y los pájaros siguen piando manifestándose para robar unos minutos más de sol.

Es como si quisieran conmoverme para que no echara de menos mi casa.

Inspiro el aroma de Gabriel abrazándome a sus brazos. Es cierto, que mi frecuencia en visitar este lugar a aumentado durante mis ratos libres... Pero no extraño para nada el paraíso en el que viven mis ancestros.

Ahora todo es distinto. Mi hogar se ha vuelto allí donde esté el abrazo de este cachorro.

- ¡Ei! - gruñe haciéndome vibrar. - Te he dicho mil veces que no me llames cachorro. - se hace el indignado intentando imponer su respeto.

Su fachada de duro es humo translúcido para mi. Que intente hacerse el tosco, solo consigue parecerme aún más adorable.

Suelto unas risotadas sin poder aguantarme y él ataca mis costillas para vengarse de mi burla.

- Vale. Vale. - suelto entre carcajadas volteando para zafarme de él. - Para. Para...

Lo sujeto por los hombros para recuperar el aliento mientras el coloca un mechón de pelo que se ha soltado de mi coleta con las risas.

- ¿Cómo estás? - pregunta por fin cuando me abrazo a su pecho al recobrar la compostura.

Me subo de hombros y alzo la mirada para encontrarme con su heterocromía. Con una sonrisa en la cara, hago que mi mitad resplandezca en sus ojos. Luego él hace lo mismo con la suya.

"Mejor ahora que estás aquí..." susurro mentalmente cerrando los ojos.

- Va enserio, Char. - toma mi mentón levantando mi rostro. - No quiero tener que leer lo que piensas... Cuéntame.

Me incorporo un poco sentándome de lado. A pesar del frío, estamos sentados en la orilla del lago. Las hadas pueden controlar su temperatura corporal adaptándose a las necesidades del entorno. Copiamos las particularidades y características de la vegetación del lugar para mimetizarnos, así que el frío u el calor no ha sido nunca un inconveniente para mi.