Bueno, después de esto iré al terapeuta.Preparados, listos... boom💥 🙃
Feliz miércoles de vínculo... Sello. Perdón🙃
***
LYAM
El paisaje termina por desvanecerse cuando llega ella. Creí que debería rendirle cuentas sobre mi repentina e inexplicable conexión con Odalia, pero la rabia que trae consigo no va dirigida hacia mi persona.
Está tan distraída en sí misma que ni siquiera parece haberse dado cuenta de mi estado de alerta.
— ¡Son unos malditos incompetentes! — grita desquiciada entrando en mi habitación.
Me relajo de forma inconsciente con su ignorancia y me quedo viendo la pared que conectaba con el bosque segundos antes de que ella nos interrumpiera. Sus chillidos estridentes poseen la atmósfera del cuarto. Me llevo las manos al cuello tragando duro poniendo en duda mi salud mental. ¿Es que acaso han sido imaginaciones mías? Si Odalia hubiera estado aquí, Tate tendría que haber detectado su presencia al cruzar la protección en la que nos mantiene ocultos. Debo estar delirando por el hambre...
No satisfecha con mi silencio se dirige a la puerta dando un portazo que me despierta de mi trance haciendo que me sacuda. Le lanzó una mirada de asco no dispuesto a darle lo que quiere. Empieza a tenerme harto de sus malditas quejas.
— ¿Y qué demonios pretendías que pasara? Son seres sin alma, Tate. — me dejo caer en el borde de la cama escondiendo mi rostro entre mis manos. De pronto me siento mareado. Expulso todo el aire antes de tumbarme por completo. — Cómo ya te dije, estás perdiendo el tiempo...
Me fulmina por encima del hombro pero yo me mantengo firme mirando al techo. Revolotea de un lado a otro para fastidiarme, así que decido dejar de lado mi psicosis y centrar mi atención en su nueva pataleta para que me deje descansar tranquilo.
Ladeo la cabeza dedicándole un alzamiento de cejas para que proceda. Toma eso como una señal para regocijarse.
— ¡Necesitamos energía! Un nuevo ejercito... — sisea envenenada por la rabia. Si no fuera por qué es algo fisiológicamente imposible, diría que echa humo por orejas. — Seres inteligentes, — asiento en silencio rodando los ojos — ¡Esos estúpidos incorpóreos ya no nos sirven de nada!
Aprovecho su egocentrismo para serenarme. Llevo demasiado días sin probar bocado, la cabeza me da tumbos así que decido incorporarme.
Sigue paseándose de un lado a otro de manera torpe. Los movimientos aún le quedan demasiado forzados aunque supongo que es de lo más comprensible. A pesar de su condición vaporosa como bruja, Tate lleva unos meses empezando a adoptar su forma luto para ganar presencia en el plano terrenal.
Nada de esto hubiera pasado si la niña híbrida no hubiera escapado. Tras meses y meses de búsqueda, decidió optar por un plan alternativo a la niña. Le costaba reconocerlo, pero Odalia era mucho más poderosa que ella y eso no estaba dispuesta a aceptarlo. Se negaba a reconocer que había conseguido bloquear su rastreo. Según Tate, el problema era que la niña se había escondido en un sitio protegido como nosotros y que por eso le era imposible encontrarla.
Ese día fue cuando comprendí que se había vuelto loca. ¿Cómo iba una niña de 5 años conjurar una protección como la nuestra? Pero si apenas andaba cuando se liberó del maleficio. Además, no quedaba seres vivos más allá de las montañas fronterizas del Norte. O eso pensaba yo hasta ahora...
Ignoro sus incesantes lloriqueos teatrales sentándome al borde de la cama. Sigue doliéndome el cuello. Me llevo la mano a la garganta con intención de aliviarme. Aún noto el cosquilleo que brotó de mi herida hasta llegar a mi columna. Es extraño, pero jamás había sentido una conexión así en toda mi vida. Ni siquiera con Tate y ella es mi creadora...
Suspiro recordando los sucesos. Estaba tan tranquilo entrenando cuando de pronto me abrumó un sentimiento de falta. Era como si alguien me hubiera arrancado parte de mi alma y luego... Odalia estaba frente a mi llorando en el suelo.
Me llevo las manos a la boca perdiendo la mirada en el horizonte. Después un escalofrío y de nuevo una corriente eléctrica. Cómo si un fantasma me hubiese atravesado...
— ¡Es imposible que se mantenga tanto tiempo escondida! — vuelvo a ella sobresaltado conectando con sus pupilas violetas.
¿Y si aquello no fue una alucinación? ¿Debería contarle...?
Toc. Toc. Toc. La puerta nos interrumpen haciendo que Tate se vuelva.
— Pasa... — gime exasperada dando dos grandes zancadas hasta llegar a mi cama. Se deja caer sobre mi regazo reposando su cabeza sobre mis piernas. Su cabello rubio se desliza cuál cascada sobre mis sábanas. De normal, acariciaría su cabello de forma automática, pero algo me hace sentir incómodo nada más olerla.
— El suero está listo, madre. — contengo una náusea al escuchar al interlocutor parado en la puerta. ¿Cómo pueden llamarla así? Apoyo las manos sobre el colchón evitando el contacto visual con el hibrído.
— Genial. Gracias, Jonas. Pongámonos manos a la obra entonces. — suspiro desviando la mirada asqueado. Trato de evitar ver al que será su cuarto pretendiente de esta noche.
El rubio se despide con un asentimiento y Tate se levanta de la cama descontracturando sus músculos de manera lasciva. No apartó ni un segundo la mirada de su cuerpo, cuestionándole qué diablos se cree que hace intentando insinuárseme.
Cuando se vuelve sonriente, yo ya la estoy mirando con cara de asco.
— Oh, vamos amor... — acerca su mano dispuesta a tomar mi rostro pero yo la detengo antes de que me alcance. Se parte de risa y a mi, no hace más que cabrearme. — No te enfades... sabes que tú siempre serás el único para mi. — se jacta a sabiendas de que me importa una mierda con quién se acueste.
— Claro. Todo esto lo haces por nosotros, ¿no es así? — me levanto de la cama para esquivarla y camino hasta la pequeña ventana que adorna mi cuarto.
Me apoyo en ella cruzado de brazos.
Silenciosa, la oigo acercarse hasta llegar a mi espalda. Haciendo morritos, apoya su mentón sobre mi hombro y rodea mi cintura para unirse a la vista. El paisaje es gris y moribundo, un infierno sin posibilidades del que soñamos partir.
— Lo hago por el futuro de las razas, amor... — suspiro cansado sintiéndome muy distante de las promesas que ampara como propósito de su discurso. Con un apretón de brazos, se distancia de mi devolviéndome el calor en el cuerpo. — No me esperes despierto. — Suelto una risita sarcástica sin apartar los ojos de la ventana. — Te alimentaré cuando vuelva...
Su coacción es fulminante, pero me mantengo impasible hasta que oigo la puerta cerrarse. Aprieto un par de veces los labios para controlarme y espero unos minutos más antes de volver mi atención en el recuerdo del frondoso bosque.
Doy un par de pasos hasta quedar a pocos centímetros de la pared de piedra donde se presentó ante mi Odalia. Deslizo mi mano por la roca examinando la rugosidad de su composición.
Odalia apareció al dolerme la marca de Tate... ¿y si no fue una alucinación? Y sí en realidad, ¿trataba de encontrarnos?
***
BOOM.
FNAFNSSAN, No sé ni qué decir.
TEORÍAS AQUÍ YAAAAAAA
No os olvidéis de votar :)
FELIZ VIERNES🙃
***
El Sello volverá...
¿Cuándo queréis que vuelva?
:)***
ESTÁS LEYENDO
EL SELLO +18 - Carlota Xop
WerewolfSegunda parte del libro de "El Vínculo". IMPRESCINDIBLE LEER LA PRIMERA🐺❤️ ROMANCE, DRAMA, FANTASIA Alerta: Contenido adulto +18