"Cuando más oscuro está todo; es antes del amanecer. Pero incluso a veces; solo hay oscuridad."***
TAMARA
El sonido del agua fija mi objetivo en la extensión de agua más cercana a nosotras. Oigo el chapoteo aproximándose e inconsciente, intensifico mi velocidad para encontrarme con la solución a mis problemas. Cuando llego al río, soy incapaz de frenar.
Ni tan siquiera derrapando consigo detenerme. Tropezando torpemente, hago que Maddison salga volando por los aires. Y zambulléndose en el líquido elemento, impacta contra la gran masa de agua.
Yo no tardo en seguirla hasta sus oscuras profundidades. Mi gran masa de pelo provoca una dramática explosión al chocar contra el suelo arenoso. Hay al menos unos 3 metros hasta llegar a la superficie.El peso de mi cuerpo me imanta hacia el interior del lago. Nadar no ha sido nunca mi fuerte, así que rápidamente cambio a mi forma luto luchando cuerpo y alma en busca de oxígeno.
A la primera bocanada de aire, busco como loca a mi angular.
— ¡MADISON! — Grito con todas mis fuerzas, examinando la superficie. — Madison... — pero no la encuentro y me tiembla la voz.
— ¿Tamara, donde está-? — Gabriel llega cambiando de forma, pero no dejo que termine.
Llenando mis pulmones lo máximo posible, me adentro de nuevo en el caudal intentando mantener una mínima coordinación que me permita avanzar contra la corriente.
Entrecierro los ojos para atisbar a mi angular y cuando mi mundo está apunto de perder el sentido, la veo. Soltando todo el aire del sobresalto, nado como loca para alcanzar su cuerpo inerte extendido sobre la roca rojiza.
¡Sigue viva! —pienso agustiada por llegar antes de ahogarme. — tengo que sacarla de aquí.
Llegó hasta ella cargándola entre mis brazos y cojo impulso cara salir disparas a la superficie. No me doy cuenta de que estaba respirando hasta que no añoro la falta de oxígeno. ¿Puedo respirar bajo el agua? Salgo al exterior y nos arrastró hasta la orilla acomodando gentilmente a Madison en la arena roja.
Tomando su rostro, poso mi oreja sobre su pecho para escuchar sus latidos. Puedo intuir voces reclamándome, pero estoy demasiado concentrada en sanarla como para hacerles caso.
Sentándome sobre ella de cuclillas, entreabro sus labios y me lanzo contra su boca absorbiendo el agua que obstruye sus vías respiratorias.
Tragando, dejo que mi energía fluya despertándola de su sueño en un grito austero. — Oh, mierda... — gime Charly en mi retaguardia.
Apenas agarra a Gabriel y Cassandra por la pechera y tira de ellos apartandolos de nosotras. Atisbo asustada a mis compañeros, pero entonces, Madison se aferra muy fuerte a mis Piera más para que no me separe de ella.
El agua empieza a acumularse en la partes amputadas de sus brazos y piernas.
— ¡Tamara! — grita Charly desde el otro lado del muro de agua que nos separa.
— ¿Qué está...? — pregunto abochornada por el espectáculo de magia.
— Madison es un Hada regenerativa, pero ha perdido mucha sangre... ¡No podrá hacerlo sin ti!
Asiento clavando mis ojos en sus pupilas. — Tómame... — me veo susurrando entre lágrimas. — Coge todo lo que necesites de mi. — Ella traga saliva enrojeciendo y gime entrecerrando los ojos.
Con la respiración entrecortada, tomo su mano posandola sobre mi mejilla y a la espera de que me consuma, cierro los ojos dejándome llevar por el placer de su mero contacto.
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EL SELLO +18 - Carlota Xop
Hombres LoboSegunda parte del libro de "El Vínculo". IMPRESCINDIBLE LEER LA PRIMERA🐺❤️ ROMANCE, DRAMA, FANTASIA Alerta: Contenido adulto +18