TATE
Sus colmillos perforan mi labio al sumergirme en los suyos. Jalándome por las caderas, me estampa contra su cómoda corroborando mis dudas. Tal y yo sospecha, su sabor ya no es el mismo.
Abro los ojos envenenada sin romper el intercambio de saliva. Sus besos son ardientes y apasionados, algo complemente inhóspito en él. Aún mis incesantes intentos por mantener la esencia de su naturaleza dormida, él obstinado de mi primer amor parece no querer darse por vencido. Inspiro disimuladamente catalogando el nuevo aroma de Lyam como ser de única especie.
La parte Lobo de Sean parece haber despertado, más no encuentro rastro suyo en el articulado recipiente que usé para dormir a su bestia.
Los besos y mordiscos de Lyam se intensifican cada vez más nublando costosamente mi enfado. Es tan contradictorio; con cada muestra de ansia y deseo hacia mi persona, siento la lealtad de verdadero hueste alejándose de nosotros pero a la vez, su nueva actitud ayuda a silenciar mi pena.
La dureza de mi cautivo se clava en mi vientre sin siquiera pedir permiso. Utilizando sus rodillas para abrirme de piernas, levanta mis ropas casi arrancándome la túnica para agarrar su miembro y metérmela. Sí. No hay duda alguna: se ha formalizado su separación.
La furia que llegó a sentir hace que me aparte de él de forma abrupta. Me lanza una mirada confusa e sin intención de rendirse, hace uso de su fuerza para obligarme.
— Mi dulce e inocente, Lyam... — pronunció activando mi apoyo esencia de bruja. Su potestad se reduce a cenizas. — ¿es que acaso no eres capaz de controlarte? — susurro agarrándole por el cabello para obligarlo a mirarme a lo ojos. Al apartar su cabello, el destello de sus ojos rojos reluce absorbiéndome hacía sus más oscuras intenciones.
Es la chispa que incendia mi ira. Tirando de él mosqueada para romper nuestro beso, dejo que sus colmillos afilados colmillos rasguen mi labios provocando que un riel de sangre corra río abajo hasta mi garganta.
Sus pupilas se dilatan cegado por la sed.
— ¿Eso es lo que quieres? — río desdeñosa lamiendo el Hierro que emana mi cuerpo luto.
Traga saliva asintiendo dejándome lentamente sobre el suelo. Su sumisión debería ponerme contenta, pero ahora que sé a lo que se debe solo me provoca el asco que sentía por mi antes. — Bien... — susurro haciéndolo recular con la ayuda mi dedo anular. — Te daré lo que quieres... — murmuro mientras lo empujó levemente para hacer que se tumbe en la enorme cama de madera. — pero antes contéstame a algo... — dejó que mis ojos violetas posean mi forma incorpórea para levitar en el aire. — dime, Lyam... — grito lasciva— ¿cómo se siente?
Jadeante por el ansía intenta mantener la vista fija en cualquier cosa que no sea la sangre que emana de mi cuerpo, pero mucho trabajo le cuesta.
— ¿Qué...? — susurra debilitado ejerciendo más presión para pegarme a sus caderas.
— ¿¡Cómo se siente uno al traicionar a su creadora?! — la culpabilidad desborda sus ojos. Me abalanzo sobre él agarrando su cabeza y acabo por partirle el cuello.
— Es un verdadera pena, Lyam... Habías resultado un verdadero éxito.
CASSANDRA
— ¿Máma..? — pregunto al entrar en la biblioteca sin ver a nadie. El musgo adorna las antiguas estructuras del anciano edificio. Creí haber oído a alguien trastear por aquí desde mi cuarto. Inspecciono el desierto lugar ya limpio de runas y ceniza quemada. Jordan se encargó de destruir el tesoro más preciado del legado de las hadas. Hago un repaso entre los pergaminos supervivientes, aquí hay información desde antes de la generación de mis padres.
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EL SELLO +18 - Carlota Xop
Hombres LoboSegunda parte del libro de "El Vínculo". IMPRESCINDIBLE LEER LA PRIMERA🐺❤️ ROMANCE, DRAMA, FANTASIA Alerta: Contenido adulto +18