EL SELLO +18 - Carlota Xop

02. Una antigua amistad

Tres años atrás. Casa de los Ryan, en el Clan del Norte.

GABRIEL

— ¡Cassandra, Gabriel! ¡Bajad a ver, ha llegado Jordan!

Puedo ver el rostro de Cassandra incendiarse por la alegría de volver a ver a ese imbécil después de huida.

Hace por lo menos 3 meses que no volvía por aquí y la verdad es que no lo había echado nada en falta. Por fin había podido tener a mi mejor amiga para mi y disfrutar de ella en soledad sin los ingeniosos trucos de Jordan para ensimismarla.

— ¿¿Jordan está aquí?? — se levanta de golpe de la gran cama de madera que adorna su cuarto.

— ¿Y qué? Si quiere algo que suba él... — escupo mientras sigo ojeando los libros de curación de su padre. Es mi asignatura favorita y ser mejor amigo de la hija del profesor tiene ciertas ventajas.

— ¡Gabi pero qué dices!

Exhalo tratando de contener los nervios. Su emoción es tal, que no consigue darse cuenta de mi fastidio.

Saltando de la cama, aterriza a cuatro patas sobre el parquet y arranca a correr hacia la puerta. Antes de que pueda abrir, un chico casi el doble de alto que yo abre de golpe alzándola al vuelo.

— ¡Cassie! — sonríe rodeándola entre sus brazos. Su voz mece el ambiente ablandando mi mal humor, y cual cántico celestial; seduce cautivando la atención de todo aquello que lo rodea.

Resoplo fastidiado sin poder controlar mis emociones. Es por eso odio a las hadas: Son manipuladoras y mentirosas. No puedes fiarte ni de ti mismo cuando estás con ellas, aunque no lo desees siempre acabas haciendo según su parecer.

Ya he tenido suficiente. Tras un abrazo demasiado largo viendo como le llena el cabello de flores a Cassie, decido levantarme de la cama para poner fin a su flirteo.

— Ejem, ejem... — ceja levanta y brazos cruzados espero apoyado en la columna de la cama para que se digne a soltarla.

Hechizada por la paz que desprende el chico hada, Cassandra parpadea un par de veces separándose de él al percatarse de su cercanía.

— OH, perdona Jordan... Yo... — Reteniéndola, el hada toma su mentón para volver a conectar con sus pupilas. — No, por favor... — ruega aferrándose a su contacto — Yo también te he echado mucho de menos, Cassie...

Sobreexcitada, observo como mi amiga deja que Jordan entreabra sus labios con su dedo pulgar. Puedo escuchar el corazón de Cassandra a años luz. ¿Cómo se atreve a tocarla después de lo que le hizo?

El asco trepa por mi garganta prendiéndome las mejillas. ¿Quién se ha creído que es este idiota?

— Eh. — medio gruño harto de que me ignoren.

Avergonzada, mi amiga se vuelve pero el hada sigue rodeándole por la cintura.

— Perdona Gabriel, pero no quiero perder ni un minuto más sin estar con Cassandra. — La risa nerviosa de mi amiga cubre el suelo dando por fin un paso atrás de su, a mi parecer, acosador.

— Jordan, no digas tonterías...

— No lo son, Cassie. — sigo de cerca sus pasos viendo cómo sin que ella apenas lo note, ya vuelve estar a escasos centímetros de su boca.

— CASSANDRA CATELYN RYAN. — reclamo molesto por dejarse hacer. Sobresaltada pega un brinco y funciéndome el ceño, me busca tras el cuerpo de nuestro amigo.— ¿QUÉ? — contesta amenazante para la deje en paz.