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—Estamos a cuarenta minutos de la base.
​—Ya me cansé de estar aquí dentro— dijo la pelinegra.
​—¿Así que el doctor Banner trató de reproducir el suero que se usó en mí?
​—Él no fue el único— dijo Coulson—. Tú fuiste el primer súper héroe.
​—No, el primero fue su padre— dijo Steve señalando a la mujer frente a él.
​—Banner creyó que los rayos gama eran la clave para desentrañar la fórmula original de Erskine.
​—Y no fue el resultado que quería.
​—No, supongo.
​—Banner fue engañado por el general Ross, para mantener la cortina de humo, fuimos a reclutarlo para que formara parte de la iniciativa, aunque fue desechada— dijo la pelinegra sin siquiera verlos.
​—Cuando no es el otro, es igual a Stephen Howking. Es alguien súper brillante.
​—Luego te diré quién es— le sonrió la pelinegra.
​—¿Lo conoces?
​—No personalmente...
​—Quiero decirte, que es un honor concerté, oficialmente nos conocemos a medias porque eso fue cuando estabas dormido. Es decir, yo, estuve presente, cuando estabas inconsciente por el hielo— la pelinegra puso los ojos en blanco, otro niño bonito que era fan del súper soldado, suficiente con sus padres.
​—¿Estás listo para volver al campo de batalla?— lo jaló Malenalie para salvarlo de una incómoda situación.
​—¿Y de verdad hay un campo?
​—Todo el mundo, al menos hasta que demos con el cubo y podamos disminuir el perímetro.

***

—Los citauri se inquietan.
​—Que empiecen a prepararse. Los guiaré en una gloriosa batalla.
​—¿Batalla? ¿Contra el mediocre poder de la Terra?
​—Gloriosa, no larga. Si sus fuerzas son tan formidables como proclaman.
​—¿Dudas de nosotros? ¿Dudas de él también, aquel que puso el cetro en tu mano, que te dio conocimientos antiguos y un propósito, cuando fuiste derrotado, exiliado...?
​—Fui un rey, el legítimo rey de Asgard, me traicionaron.
​—Tu ambición es necia, impulsada por un capricho infantil, nosotros vemos más allá de la Tierra, hacemos grandes mundos que el teseracto nos revelará.
​—Aún no obtienen el teseracto. Hasta que yo abra las puertas, hasta que sus obras obedezcan mis órdenes, son solo palabras.
​—Tendrás tu guerra, asgardiano. Y si fracasas, el teseracto no viene a nosotros, no habrá mundo, una luna desierta o espacio donde puedas refugiarte de su ira. Él va a hacerte sentir más sufrimiento del que hayas sentido.

***

—Tenían meses prometiéndome conocer la base y se tiene que perder el teseracto para eso, lo esconderé de vez en cuando— bromeó Maleanlie nada más bajar.
​—Agente Romanoff— saludó Coulson—. El capitán Rogers.
​—Un placer.
​—Hola, te necesitan en el puente, iniciarán la búsqueda.
​—¡Nat!— exclamó Malenalie al abrazarla.
​—Tranquila, nos vimos antes de irnos de misión.
​—Sí, hace tres meses.
​—Así que vivías con él.
​—Me proporcionó asilo temporal.
​—El tiempo que quiera, esa casa no la uso.
​—Todos aquí hablaban de ti cuando te hallaron en el hielo, creí que le daría un ataque a Coulson, ¿ya te dio sus tarjetas del Capitán América?
​—¿Tarjetas?— Steve parecía incrédulo, giró su vista a la pelinegra.
​—Son clásicas, su orgullo.
​—Doctor Banner— saludó Steve extendiendo la mano.
​—Ah, sí, hola. Dijeron que también vendrías.
​—Dicen que usted puede hallar el cubo.
​—¿Es lo único que han dicho de mí?
​—Es lo único que me importa.
​—Fuiste por él, ¿y no me dijiste?— se giró con su amiga.
​—Tú debías ir por los dos peces gordos.
​—Madinaveitia, ¿cierto?
​—Un placer.
​—No quisiera manchar la memoria de tus padres con lo que sucedió.
​—Para nada, fue admirable que alguien tratara de recrear lo ocurrido. Arthur estaría orgulloso de tu investigación, la habría apoyado todo lo posible.
​—¿Esto es un submarino?— dudaron los hombres a la par.
​—¿Ahora entienden por qué quería venir cuanto antes?— dudó de forma retórica mientras ellos veían cómo se elevaban.
​—Por aquí, por favor— dijo Natasha.
​—¿Ella vino?
​—No, la tenemos en tierra.
​—Quisiera llamarla para saber cómo está.
​—Caballeros— dijo Fury—. Doctor, gracias por venir.
​—Gracias por su gentileza. ¿Cuánto tiempo estaré aquí?
​—Cuando el teseracto regrese a nosotros, se irá.
​—¿Qué han hecho hasta ahora?
​—Accedimos a todas las cámaras inalámbricas disponibles en el planeta: celulares, tablets... si está conectado a un satélite, lo podremos monitorear.
​—Lo encontraremos— dijo Malenalie a su amiga, la cual veía un archivo de Barton.
​—No los encontraremos a tiempo.
​—Hay que reducir la búsqueda— dijo Banner—. Díganme cuántos espectrómetros pueden conseguir.
​—Cuantos existan.
​—Llamen a todos los laboratorios, que suban los espectrómetros al techo y los calibren para rayos gama. Formularé un algoritmo básico de reconocimiento de iones, eso descartará algunos lugares. ¿Dónde me pondrán a trabajar?
​—Agente Romanoff, ¿puede llevar al doctor Banner a su laboratorio?
​—Le encantará doc, tenemos todos los juguetes.
​—Agente Madinaveitia, de este lado, por favor.
​—¿Ya hay alguna idea?
​—Alemania, no está tratando de ocultarse.
​—Capitán, agente, su turno.

Hasta aquí el capítulo de hoy, nos leemos el domingo. Espero lo disfruten mucho.
Mily

Hero's Sacrifice #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora