***Orden cronológico***
**Basada ÚNICAMENTE en las películas**
*Portada diseñada por @Dysthimia*
La obra está inscrita el los PremiosGemasPerdidas2022, en la categoría de fanfiction
Malenalie tiene el sentido del deber muy arraigado, por la ideolog...
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—No puedo objetar, ¿verdad?
—No, ya te dejé hacer lo que quieras desde tu llegada.
—Perdón.
—Ni lo menciones.
— ¿Puedo tener mi privacidad para cambiarme al menos, no?
—Por supuesto, saldré un momento.
—Gracias— dijo Malie. Lo vio salir, abrió la maleta, sus ojos se cristalizaron al ver la chaqueta, fue un regalo de su tía, nadie lo sabía, ni siquiera su hermano; la hizo a un lado para sacar su pijama, eso y la ropa íntima fue lo único que ella empacó, todas sus maletas tenían un kit con lo de higiene personal, así que no le preocupaba aquello. Abrió uno de los compartimentos y sacó su ropa de dormir, se cambió con cuidado, aún le temblaban las extremidades, por ello tardó más de lo pensado—. Listo.
— ¿Todo bien?
—Sí, gracias.
—No tienes que agradecer cada que me hablas.
—De acuerdo.
—Ven, hay que descansar.
— ¿Ya no tienes pendientes?
—No, incluso despejé el día para no separarme de ti.
—El rey de Asgard no debe descuidar sus dominios.
—Quiero que mejores.
—Créeme, lo hago.
—Aún te ves pálida.
—Tal vez un paseo a la luz del sol.
—Me agrada la idea.
—Caí en depresión, no lo dije antes porque...
—Sí lo dijiste.
— ¿Enserio?
—Creo que no eres consciente de la discusión que tuvo lugar a tu llegada.
—Perdón. Es que, es demasiado para mí, yo... bien, cuando moriste, me encerré en mi mansión, ni siquiera fui a ver a mi hermano o a mis amigos, me concentré en remodelar la casa a pesar de ser perfecta.
—Lo sé.
—Puse un muro con fotografías de la familia...
—No me vi en él.
—No tenemos fotos juntos. Jane me regaló un periódico de esa fecha, las ediciones que salieron ese día, la de la mañana y la de la tarde; solo enmarqué uno. Luego llegó Thor a vivir conmigo, no quería volver aquí, fue una buena temporada, él comprendía mi dolor y jamás me juzgó, luego volví al campo. Fui herida en combate, dos balazos en el abdomen, un brazo roto.
—No te podías alejar de su lado.
—Sí— dijo luego de una pequeña risa—. Después puse en duda todo y en verdad desee morir, cuando Wanda me mostró un terrible sueño...
