Hero's Sacrifice #PGP2022

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Todos iban a su posición. Las naves revosaban de gente. Malie prefirió volar para ver mejor el panorama. Una vez en la zona, filas y filas de combatientes wakandianos descendieron, incluso una tribu llegó a pie. Malie aterrizó a lado de Bucky, al final de la fila, frente a la muralla que rodeaba la ciudad. El rey agradeció la llegada del resto. T'challa, Steve y Nat fueron al encuentro de los invasores, Malie quería ir en lugar de la rubia, pero el rey se lo prohibió, dejándola a cargo del antiguo soldado del invierno.

—¿Se rindieron?— inquirió Bucky.

—No exactamente— dijo Steve. La mujer dio la orden y la carne de cañón corrió hasta la membrana.

—¿Qué diablos?

—¿Alguien tiene hambre?— inquirió la pelinegra al crear un campo de fuerza en cada mano.

—Parece que la hicimos enojar— dijo Nat.

—Se matan a sí mismos.

—No son seres pensantes— dijo Malie. Todos disparaban a los pocos que lograban atravesar.

—Si esas cosas rodean el perímetro y entran por detrás, no hay nada entre ellos y Visión— dijo Banner.

—¿Dónde está la puerta trasera para poner llave?— ironizó Malie.

—Entonces los mantenemos adelante— dijo Steve.

—¿Cómo lo hacemos?

—Abrimos la barrera— dijo T'challa—. Cuando dé la señal, abran la Sección 17 Noroeste. A mi señal.

—Esto será el fin de Wakanda.

—Entonces será el final más noble de la historia.

—¡Wakanda por siempre!

Todos corrieron tras el grito de su majestad. Steve y T'challa se adelantaron para impulsarse y brincar. Malie levitó y comenzó a golpear a tantos como se le cruzaran. El equipo se separó para cada uno concentrarse en su zona. Con su telequinesis empujaba a unos contra otros para que se comieran entre ellos. Los guerreros usaban sus lanzas avanzadas, ya que lanzaban rayos. Steve los acababa con sus propios puños, Bucky disparaba, Banner maniobraba a Verónica. Era un caos aquella zona de combate. Ni la fuerza ni los poderes eran suficientes. Cada miembro se vio superado en número, cuando un rayo irrumpió en el lugar y de él un hacha comenzó a aniquilar a las bestias que intentaban comerse al equipo. Era la magnífica entrada del dios del trueno y sus dos aliados.

—¡Sí!— gritó Malie de felicidad al ponerse de pie.

—¡Tráiganme a Thanos!— gritó Thor antes de correr, tomar impulso y llamar una tormenta eléctrica para crear un cráter que acabara con cientos de ellos.

—Esa sí que es una entrada— dijo al correr y abrazarlo.

—Cuidado— exclamó él al empujarla y usar el hacha a diestra y siniestra. La pelinegra levitó para crear pequeñas ondas que hicieran volar a la carne cuando unas cierras rodadoras salieron del suelo e hicieron retroceder a todo mundo.

—Yo quiero una de esas— dijo Malie antes de levitar hacia Nat y Okoye, pero fue Wanda quien las frenó.

—¿Por qué estaba arriba?

—¿Por qué bajaste?— inquirió Malie a su lado.

—Chicos, tenemos un problema con Visión— dijo Falcon.

—Que alguien vaya con Visión— ordenó Steve.

—Voy yo— dijo Banner.

—Allá voy— dijo Wanda antes de ser golpeada por la mujer.

—Morirá solo, como tú.

—No está sola— dijo Nat, la mujer la encaró, luego vio de frente a la pelinegra y del otro lado a Okoye.

Comenzó a atacar a la rubia, luego Okoye y Malie se unieron, usaba la fuera de una contra la otra, esa mujer era bastante diestra. La pelinegra apenas y sufría daño por el traje que la cubría. La mujer azul pateó a Nat en el rostro y la hizo caer, a Okoye casi la atraviesa con su lanza. Malie comenzó a patearla en las costillas, la escaló por la pierna para subir a sus hombros y jalarla de los cuernos, Nat se puso de pie y siguió combatiendo con sus bastones antes de que la mujer tirara a Malie contra Okoye. A punto de apuñalar a la rubia, Wanda usó sus poderes para levitar a la mujer cuando pasó una de las máquinas.

—Eso fue realmente asqueroso— dijo Nat.

Todos volaban haca donde Visión estaba, querían ayudarlo cuando escucharon por el comunicador que ya había llegado. Steve dio la orden de ir a su posición. Un portal se abrió y de él emergió Thanos. Todos temblaron al verlo. Banner confirmó las sospechas del equipo. El titán iba lento pero seguro, con paso decidido hacia su objetivo: Verónica lo traspasó y fue envuelto por la piedra, Steve voló hacia un lado, T'challa recibió un golpe en la cabeza, Falcon disparaba y también cayó.

Malie vio lo que hacía la joven, así que no se movió de su lugar, se mantuvo firme, a una distancia prudente de la pareja, creó una barrera, con su telequinesis trató de hacerla el doble de resistente. El titán golpeó una vez antes de ver a la pelinegra titubear, cerró el puño y con el poder de las gemas, golpeó a la mujer con su propio poder. Al ver a la ex vengadora caída, Wanda usó una mano para atacar la gema y otra para retener al titán.

Este avanzó con facilidad y vio cómo la gema creaba una enorme explosión, la joven lloraba por lo ocurrido—. Lo entiendo, hija mía, mejor que nadie.

—No eres capaz de entenderlo.

—Hoy perdí más de lo que imaginas— dijo acariciándole la cabeza—. Pero no es tiempo de llorar. Ahora... no existe tiempo— pasó de ella y, usando la gema, revirtió el tiempo para revivir a Visión y arrancarle la gema él mismo.

—¡No!— gritó Wanda, su intento por detenerlo fue en vano, la golpeó con fuerza y cayó sobre una pelinegra adolorida física y mentalmente. El titán sintió el enorme poder de las seis gemas recorrer su ser antes de que un rayo lo empujara hacia atrás, lanzó un rayo que no pudo vencer al hacha.

—Te dije que morirías por eso— dijo Thor presionando el hacha en la herida.

—Deberías, tú, deberías haberme dado en la cabeza— dijo Thanos antes de chasquear.

—¡No!— el grito del dios y la pelinegra fue acallado por el poder actuando. Wanda se había arrastrado hacia el cadáver de Visión. El dios y Malie veían al titán.

—¿Qué hiciste?— inquirió Thor sin terminar de entender—. ¿Qué hiciste?

El titán abrió un portal y huyó de ahí. El dios veía el hacha en el suelo y trataba de asimilar el error que había cometido. Malie lo ignoró comenzó a caminar en dirección al resto—. ¿A dónde se fue?— inquirió Rogers volteando a todos lados—. Thor, Malie, ¿a dónde se fue?

—¿Steve?— llamó Bucky, la pelinegra corrió hacia él porque lo veía a punto de caer y se desvaneció antes de que pudiera sujetarlo.

—¡No! No, no— sollozó la pelinegra al quedar de rodillas, anonadada por lo ocurrido. Veía a Steve de forma inquisitiva, pero nadie tenía respuestas a lo ocurrido—. ¿Perdimos?

—¿Qué es esto? ¿Qué diablos pasa?— preguntó Rhodes. Todos estaban desconcertados por lo ocurrido, era algo difícil de asimilar: la mitad del universo había perecido.

—Dios mío— dijo Steve.