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Steve y Arthur daban especificaciones en un mapa sobre las fábricas de armas que vieron durante su corta visita a la base. Carter supervisaba la información recibida. Ambos informaron sobre lo contado por Bucky, las armas trasladadas a otro recinto, uno ajeno el mapa que conocían. Phillips daba órdenes a Carter, quien no estaba muy gustosa de quedarse fuera de la acción, mientras se les preguntaba a Rogers y Madinaveitia si podían acabar con HYDRA, ambos afirmaron, pues ahora era su objetivo, ya que pudieron entrar al campo de batalla. Phillips propuso un equipo, pero ellos ya tenían en mente a otros soldados.

            —A ver si entendí.

            —¿Apenas salimos con vida y nos quieres de vuelta?

            —Básicamente— dijo Steve.

            —Eso suena... divertido.

            —Yo voy— dijo un cuarto luego de eructar.

            —Otros dos.

            —Yo estoy listo para pelear, pero deben hacer algo por mí.

            —¿Qué cosa?— dudó Arthur.

            —Abrir una cuenta— dijo entre risas.

            —Otra ronda— pidió Steve.

            —¿Vieron eso?— dudó Bucky al verlos aproximarse.

            —Sí— rió Arthur.

            —¿Y tú qué dices?

            —¿Seguimos al Capitán América a las garras de la muerte?— se burló Arthur.

            —Claro que no— luego giró hacia Steve—. Al debilucho de Brooklyn que era demasiado tonto para huir de las peleas, lo seguiré a él. ¿Conservarás el traje, no?

            —¿Te digo algo? La gira del Capitán se cancela pero comienza a agradarme.

            —Capitán— llamó la bella dama que acababa de entrar en el bar.

            —Agente Carter— respondió Rogers a ponerse de pie junto a sus amigos.

            —Madame— dijeron Bucky y Arthur a la par.

            —Howard quiere que pruebe un equipo, por la mañana.

            —Excelente— dijo Rogers.

            —Veo que su escuadrón se prepara para el deber— dijo Peggy.

            —¿No le gusta la música?— dudó Bucky.

            —De hecho, la adoro— dijo Peggy—. Tal vez, iré a bailar cuando acabe todo esto.

            —¿Entonces qué es lo que espera?

            —La pareja perfecta— cautivó a Steve y sorprendió a Arthur—. A las 8, capitán.

            —Sí, Madame, la veo allá— dijo Steve.

            —No te angusties— dijo Arthur palmeando al soltero del grupo, pero a Bucky no le hacía gracia la broma que venía—. Podemos ver si tienen otra prima.

***

—Disculpe, estoy buscando al señor Stark.

            —Está con el coronel Phillips. Desde luego que lo puede esperar. Leí sobre lo que hizo.

            —Ah, eh, sí. Pues no sé, solo hicimos lo que deberíamos— a pesar de que todos supieran que Arthur era casado, recalcó no estar solo para no desacreditar el apoyo de su amigo.

            —Yo diría que es más que eso. Salvó a más de 400 hombres.

            —Enserio, no es para tanto.

            —Dígaselo a sus esposas— cierto, Valdemar parecía en gratitud con él por traer a su esposo de vuelta.

            —No todos tienen esposa.

            —Es un héroe— dijo la mujer invadiendo su espacio vital.

            —Bueno, eso... eso depende de la definición.

            —Las mujeres de Norteamérica, se lo deben agradecer— dijo jalándolo de la corbata—. Créame, ya que no están aquí— comenzó a besarlo, al mismo tiempo que llegaban Valdemar y Carter.

            —¡Capitán!— exclamó la pelirroja—. Estamos listos, si es que no está ocupado.

            —Agente Carter, espere— dijo Steve al tratar de alcanzarla, Valdemar iba unos pasos más atrás.

            —Encontrar pareja no fue tan difícil al final.

            —Peggy, te juro que no es lo que crees.

            —Yo no creo nada, Capitán. Nada de eso. Siempre quiso ser soldado y ahora lo es, igual que todos.

            —¿Qué pasa con usted y Stark? ¿Cómo sé que todavía no fondueian?

            —Aún no sabe lo más mínimo de las mujeres— dijo antes de retirarse.

            —Yo hablaré con ella— dijo Valdemar al pasar a su lado.

            —Ni lo pienses.

            —¿Es enserio?

            —¿Qué?

            —Le echaste la bronca a Steve.

            —Se besaba con una mujer.

            —No puedes ponerte celosa si no son nada.

            —Tú estabas ahí, deberías apoyarme.

            —Entonces da el primer paso y dile de tus sentimientos.

            —No funciona así.

            —Lo impresionaste, ¿qué más quieres? Lo traes babeando.

            —No uses la empatía conmigo.

            —Cuando lo haga, será porque me hayan cansado con sus evasiones. Por ahora, disfruto del espectáculo.

Hasta aquí el capítulo extra de la semana, espero lo disfruten.

Hero's Sacrifice #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora