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—Quiero aclarar que a esto me refería con tener cuidado.

—Sharon, sé cómo murieron.

—¿Qué?

—Estamos defendiendo a su verdugo— dijo al abrazarla—. Todo esto me supera.

—Tal vez ni siquiera deberíamos estar en el campo.

—Acaba rápido con la entrega, me tengo que ir.

—Malie, yo...

—Le diré a Rogers que el perímetro está asegurado— dijo al soltarla—. Te amo.

Aun a pesar de las quejas, Wilson y Barnes estaban en el asiento trasero. Al subirse la pelinegra, cesaron las quejas entre uno y otro, ambos se acomodaron con tal de que Malie no les estorbara. Aún tenía los ojos rojos, su prima ya se veía repuesta y le sorprendía, pues era más cercana a Carter que ella. Le agradaba ver las miradas que esos dos se lanzaban cada que se veían, era obvia la atracción entre ellos. Dejó de respirar cuando vio que se besaron, sus ojos se saltaron y los vio con ira. La cara de Steve era un poema, veía a la pelinegra desencajada con la escena y a sus amigos aprobando lo que acababa de suceder.

—Bien, siguiente parada, el aeropuerto.

—¿Por qué lo hiciste?

—¿Perdón?

—La besaste.

—¿Estás celosa?— inquirió Wilson desde el asiento trasero.

—No, pero es la sobrina de Peggy...

—Igual que tú— dijo Rogers.

—Sí, pero no has intentado liarte conmigo, hay una gran diferencia: a mí me respetas por la memoria de Arthur y a ella la besaste, ¡no estás respetando la memoria de Peggy! Ni siquiera ha pasado una semana de su muerte y te escuché llorar.

—Fue tarde, debí hacerlo hace años cuando la conocí...

—No me molesta que estén juntos, al contrario, afianzaría que somos familia, me encantaría tenerte de cuñado, pero estamos en medio de una misión suicida para proteger a tu mejor amigo y, teniendo el tiempo encima, te das chance para besarla. ¡Cielos, Tony, se nota que no sabes lo que hay en juego! No eres tan recto como parece...— se calló cuando cayó en cuenta de lo que acababa de decir, tenía los gritos de los pasajeros porque Rogers había frenado de forma estrepitosa, casi se acaba el neumático. La pelinegra se llevó la mano a la boca, las lágrimas comenzaron a bajar de forma silenciosa. Steve se giró y trató de atraerla hacia sí, ella lo empujó y bajó del auto.

—Malie, espera...

—Dije que no, Wilson— espetó al lanzarle un campo de fuerza para alejarlo de sí.

No lo lastimó, este se quedó parado en su lugar. Rogers y Barnes también habían bajado, solo el primero se apresuró a seguirla. Ella lo empujaba, pero no podía con la fuerza del super soldado, este la envolvió en sus brazos, ella comenzó a llorar apenada por lo ocurrido, dolida por sus padres, temiendo por Sharon. Steve comprendió que en verdad no podía con la situación y lo mejor era que marchara de ahí, ahora que aún tenía tiempo, pues sabía que tenían orden de aprensión y el tiempo se agotaba.

Malenalie se puso de pie, vio hacia abajo y no fue capaz de pedirle perdón a su mentor, la figura paterna que tenía enfrente. Luego les dedicó una mirada a sus amigos y se fue de ahí. Levitó hasta llegar a la ciudad. Ahí fue capaz de pasar desapercibida hasta colarse en la habitación de su prima. Se dio un baño y pidió servicio a la habitación, no salió a recibirlo para que no la vieran. Ya casi terminaba el plato cuando entró su prima.

Hero's Sacrifice #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora