Me quedé inmóvil, sin saber cómo reaccionar al ver su cara. Él me miró y seguidamente entró al ascensor, el cual se cerró después.
-Hola-. Dijo cortado.
-Hola-. Le respondí, aunque mirando al suelo.
-Creo que quizá sería bueno que hablásemos-. Propuso con tono nervioso.
-No sé de qué, pero si lo consideras oportuno, adelante-. Contesté tranquila.
-Lo siento, de todo corazón. Por todo el daño que te he causado desde el primer momento en el que te conocí-. Se sinceró y mi mirada comenzaba a emborracharse de las lágrimas. Pensé para mis adentros que era toda una llorona, ya que siempre acababa con las lágrimas cayendo sobre mis mejillas.
-Lando, yo...-. Me cortó antes de poder responderle.
-No he terminado, me gustaría darte una explicación sobre aquella tarde, te la debo-. Dijo fijando sus ojos sobre los míos.
-No es necesario, de verdad. Hemos pasado página y...-. Volvió a interrumpirme, estaba muy nervioso porque nunca antes me había cortado las frases tanto.
-Sí, lo es. Nadia y yo no somos nada, nunca lo hemos sido y nunca lo seremos. Esa tarde ella vino a devolverme una chaqueta que la había prestado para una gala benéfica que organizó mi padre. Él me propuso que fuéramos juntos y yo como un imbécil acepté. Por la noche ella tenía frío y le presté mi chaqueta para que no se resfriase. Entonces la tarde que tú viniste a hablar conmigo se presentó y al verte aprovechó para jodernos. Ella ni si quiera me quiere, quiere mi dinero y el de mi padre-. Terminó su explicación y me sentí como una idiota total.
Me quedé en silencio, esperando a que él volviera a hablar, ya que si lo hacía yo me derrumbaría por completo.
-Sarah, sé que eso no justifica mi actitud contigo en algunos momentos, y que quizás hicieras bien en dejarme. Pero de todas formas quiero que sepas que nunca me atrevería a engañarte, no me lo perdonaría en la vida. Y nunca me perdonaré haberte causado tanto daño-. Le miraba directamente a los ojos y sabía perfectamente que me decía la verdad.
-Lando, no sé qué decirte...-Me quería disculpar, ya que le monté un escándalo aquella tarde, pero algo en mí me decía que Lando no me había dicho todo.
-No hace falta que me digas nada Sarah, no tienes que decirme nada. El que tenía que dar explicaciones era yo, simplemente espero que me perdones y podamos ser amigos como antes-. Al decir amigos mi corazón se paró y noté un dolor fuerte que me apretaba el estómago.
-Lando, perdoname tú a mí. Nunca debí suponer nada, tendría que haber dejado que te explicaras...-Finalmente me disculpé, ya que era algo que tenía que hacer para sentirme bien conmigo misma.
Por un momento nos quedamos quietos, mirándonos fijamente a los ojos, igual que cuando estábamos juntos. Recordé todo lo que había pasado con él y una sonrisa apareció en mi rostro al igual que en el suyo. Se acercó lentamente a mí, como si fuera a besarme. Sentí su respiración mezclándose con la mía y mi piel se erizó. Cuando cerré los ojos para dejar que el beso sucediera, sentí cómo dos brazos me rodeaban y apoyaba su barbilla en mi hombro. Me estaba abrazando. Me sentí bien en el primer instante, pero después me di cuenta de que había algo que le impedía besarme.
-Mierda, había quedado con Sylvia-. Murmuró y seguidamente me miró con ojos culpables.
-¿Cómo?-Dije confusa.
-Eh... Sylvia... Ella es... Es mi...-Lando no era capaz de terminar la frase, por lo que la terminé yo.
-Tu novia-. Fui seca, pero no parecía molesta según lo dije.
-Se puede decir que sí... En serio, debo irme. Nos vemos mañana-. Se alejó y me quedé petrificada. Había rehecho su vida en cinco meses, y contando con tres y medio de cuarentena. No daba crédito a lo que acababa de pasar.
Entré a mi habitación y comencé a llorar como nunca antes. Me quería matar, era mi culpa, todo era mi culpa. Si hubiese escuchado a Lando desde el principio probablemente ahora mismo estaríamos juntos. Me quedé dormida temprano, ya que me cansé de llorar.
A la mañana siguiente Noemí notó mi depresión.
-Sarah, ¿te encuentras bien?-Preguntó nada más verme.
-Físicamente genial, emocionalmente, mejor ni preguntes-. Respondí.
-¿Ha pasado algo con Lando?-Su pregunta no sonaba para nada molesta, sólo escocía escuchar el nombre.
-De todo, somos amigos, ¿sabes?-Dije con un tono irónico.- Sí, somos amigos. Lo que pasa es que resulta que no podemos volver a ser nada más aunque arreglemos las cosas porque tiene una nueva novia. Ya ves, así como lo oyes.
-Lo siento mucho Sarah, de todas formas, tienes a muchos chicos del equipo detrás de ti. A lo mejor si conoces a alguien nuevo te ayuda a superarle-. Me aconsejó Noemí.
-Desde luego que ayuda, mírale a él. En cinco meses y encerrados en casa ha encontrado un nuevo amor-. Solté una carcajada falsa, en forma de descontento, aunque de todas formas lo que yo sentía en ese momento era una sensación de vacío que no sentía desde enero.
Fuimos al circuito y estuvimos trabajando duro hasta que terminaron las clasificaciones. Me encontré con Carlos una vez me dirigía a pedir un taxi, y él me invitó a cenar.
-Sarah, ¿qué tal tu día?-Dijo después de darme un abrazo.
-Hola Chili, la verdad, mejor ni preguntes-. Respondí.
-Supongo que Lando habló contigo-. Dijo.
-Sí, me explicó todo, y con todo me refiero a todo. Incluyendo lo de su nueva novia-. Rodé los ojos.
-Suponía que no te iba a hacer gracia. Hablé con él y le aconsejé, creía que era lo mejor para vuestra relación-. Carlos siempre se preocupaba por mí, y yo le estaba eternamente agradecida.
-Fue buena idea, al menos no me he enterado por revistas o por terceras personas-. Respondí.
-Si necesitas apoyo nos tienes a Isabel y a mí-. Dijo acariciando mi hombro.
Me llevó a su habitación, ya que no nos apetecía salir a cenar fuera de la burbuja. Pedimos al servicio de habitaciones y pusimos una película para distraernos mientras cenábamos. Al terminar todo me despedí de él con un abrazo y bajé para pedir un taxi.
Llegué a mi habitación destruida de nuevo, y tenía pinta de que iba a seguir estando así hasta que encontrara a otra persona.
HOLA OTRA VEZ!! AQUÍ ESTÁ EL CAPÍTULO... SÉ QUE ME VAIS A ODIAR, PERO SENTÍA QUE TENÍA QUE SER ASI... ESPERO QUE OS GUSTE!! NOS VEMOSS!!
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De Repente Tú
FanfictionSarah, una periodista española comienza las prácticas siendo una becaria de Movistar+, el canal que se encarga de emitir la fórmula 1 entre otras cosas y conoce por sorpresa a uno de los pilotos en el primer gp al que va a ayudar. Desde entonces su...