De Repente Tú

¿Cita?

El fin de semana de carrera pasó volando y se puede decir que fue un gran premio para olvidar. Lando no terminó la carrera y Sainz acabó en el puesto catorce, lo que significa que ninguno puntuó. Nos encontrábamos ya en el hotel, cenando los tres en el bufé que tenía. Esta vez no viajaríamos hasta el miércoles, por lo que tenían dos días libres para hacer lo que quisieran. 

-¿Qué tenéis pensado hacer mañana?- Pregunté a los chicos.

-No lo sé, ¿ qué propones?- Contestó Lando.

-Pues la verdad es que preguntaba para acoplarme con vosotros porque no quería quedarme aburrida todo el día...

-Chicos, yo mañana no voy a poder hacer planes, viene mi padre para verme en el siguiente gran premio, así que tengo que ir a por él al aeropuerto-. Carlos se encogió de hombros mostrando una sonrisa.

-Eso es genial Carlos, me temo que entonces Sarah y yo tendremos que hacer planes solos-. Lando se mostraba feliz.

-Sí, podéis organizar una cita y todo eso, yo me voy a dormir. Hasta mañana chicos-. Carlos se levantó y se alejó. No sabía cómo reaccionar a sus palabras ya que no había pensado en que podría ser una cita. De todas formas no le respondí y me mantuve callada.

-He pensado que podemos ir a comer juntos, y luego como dan lluvia, podemos ir a mi habitación y ver una película con golosinas y palomitas-. Dios, sólo se me venía a la mente que eso tenía toda la pinta de ser una cita, pero ninguno lo llamamos así.

-Me parece perfecto pero con una condición-. Tenía claro que le debía mas de una por el vestido y la cena.

-Claro, dime.

-Invito yo a comer y compro yo las golosinas.

-No te voy a hacer cambiar de idea me imagino...

-No, te lo debo, y además quiero.

-Está bien... Creo que deberíamos subir a descansar.

-Sí, estoy agotada...

-Te acompaño.

Ambos subimos hasta la planta donde se encontraba mi habitación, ahí fue donde nos despedimos con un abrazo y luego le planté un beso en la mejilla. Él se alejó y yo entré en mi habitación para caer rendida en la cama a los pocos minutos.

Por la mañana se acercaron a desayunar conmigo Isa y Tom ya que llevábamos días sin pasar tiempo juntos. Mientras desayunamos no vi a ninguno de los pilotos de McLaren en el bufé.

-Bueno chica, ¿ qué es de tu vida?- Tom exageró una barbaridad, ya que sólo habían pasado tres días desde la última vez que comimos juntos.

-Bueno, no mucho, trabajo y más trabajo con Noemí, y de vez en cuando paso tiempo con Carlos y Lando.

-Espera, ¿has dicho que así porque sí eres amiga de dos pilotos?-Isa abrió los ojos como platos.

-Bueno, a ver, en realidad me llevo bastante bien con todos gracias a que Alex me invitó a su cumpleaños.

-¡Sarah!¿Cuándo pensabas decírnoslo?- Isa puso ojitos de perrito abandonado.

-Lo siento, es que no quería parecer una interesada, me llevo muy bien con ellos de verdad.

-Sabemos perfectamente que no eres ninguna interesada Sarah...-Tom me acarició la mejilla.

-Bueno, qué hacemos esta tarde...-Isa cambió de tema.

-Eso, tenemos que hacer algo juntos-. Dijo Tom.

-Me encantaría pero ya tengo planes...-Dije con timidez.