Me desperté confundida en una cama en la que no había estado nunca. Me costó situarme pero poco a poco comenzaron a llegar recuerdos de lo que había ocurrido la noche anterior. Bajé al salón, en el cual estaba Lewis con Roscoe, ambos en el sofá viendo la televisión.
-Buenos días Sarah, ¿qué tal estás?- Lewis se acercó a mí.
-Se puede decir que estoy lo mejor posible-. Respondí recogiéndome el pelo.
-Tranquila, te entiendo-. Dijo Lewis.- ¿Qué quieres desayunar?
-Nada, no tengo mucho hambre-. Contesté desganada.
-Como quieras, si necesitas algo sólo tienes que decírmelo-. Dijo volviendo al sofá para acompañar a su perro.
-Claro-. Dije mientras yo también me sentaba en el sofá junto a ellos.
Estuvimos un rato viendo la televisión y jugando con Roscoe. Nunca antes había compartido una conversación de tipo personal con Lewis Hamilton aparte de las entrevistas que le había hecho alguna vez, por eso me parecía extraño estar en su casa como su invitada. No me esperaba que fuera tan amigable y comprensivo conmigo, ya que en el paddock siempre estaba acompañado solamente de su círculo mas cercano como familia y amigos externos al equipo. Después de un buen rato sin intercambiar palabra con él, me habló para darme un consejo.
-Sarah, creo que deberías hablar con Lando. No te lo he querido decir antes pero tuve que llamarle anoche para que supiera que no habías desaparecido y que estabas conmigo-. Dijo Lewis esperando una mala reacción mía.
-Lo sé, esta tarde tenía pensado llamarle para que hablemos. Gracias por avisarle por cierto, hiciste lo correcto-. Respondí tranquila.
-Está bien, pues si quieres vamos a comer algo y luego te acerco a tu casa-. Dijo levantándose.
-Claro, me parece bien-. Respondí.
Una vez ambos nos duchamos y nos vestimos fuimos a un restaurante cercano a su apartamento, en donde estuvimos bastante tranquilos sin que nadie nos molestara.
-¿Estaba muy enfadado Lando?-Pregunté a Lewis refiriéndome a la conversación que habían mantenido la noche anterior.
-No, estaba más bien preocupado. Sarah, no he compartido mucho momentos con él, pero sé que ha cambiado a mejor desde el año pasado, y creo que mucho tiene que ver contigo. Deberías hablar con él y escuchar lo que tiene que decirte sobre la situación de anoche-. Dijo Lewis seriamente.
-Lo sé, también sé lo que vi, y espero que tenga una buena explicación para ello porque no puedo soportar otra traición más-. Respondí con un nudo en mi garganta.
-Sé a lo que te refieres, por eso debes ir segura y con buenas formas, así sabes que te dirá la verdad-. Los consejos de Lewis eran muy buenos, ya que me hablaba desde su corazón.
Mantuvimos una conversación tranquila y agradable durante la comida, y después Lewis se ofreció a llevarme él mismo a casa. El viaje duró una hora aproximada, en la que me ayudó mucho hacer el tonto con él. Estuvimos cantando a todo pulmón y riéndonos casi todo el rato y me tranquilizó lo suficiente como para llegar despreocupada a casa. Una vez estuvimos en la puerta, la abrí y le invité a pasar un minuto para que pudiera saludar a Lando.
-¿Sarah?¿Estás aquí?- Dijo Lando bajando las escaleras rápidamente.
-Sí, soy yo-. Dije con voz serena.- Me ha traído Lewis.
-Ah, hola Lewis, gracias por avisarme anoche-. Dijo Lando dándole un apretón de mano.
-Nada, lo que necesitéis cualquiera de los dos, me avisáis-. Dijo Hamilton con una sonrisa.-Me tengo ir yendo...
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De Repente Tú
FanfictionSarah, una periodista española comienza las prácticas siendo una becaria de Movistar+, el canal que se encarga de emitir la fórmula 1 entre otras cosas y conoce por sorpresa a uno de los pilotos en el primer gp al que va a ayudar. Desde entonces su...